La disputa por la dirigencia nacional del PRD está en manos de dos bloques partidistas que este fin de semana medirán fuerzas para determinar si Jesús Ortega Martínez permanece al frente del instituto político.

Cada uno, por su lado, realiza una serie de negociaciones para allegarse el mayor número de consejeros nacionales, representantes perredistas encargados de definir el rumbo del sol azteca.

Pese a la unión de Izquierda Democrática Nacional, Izquierda Social, Democracia Social, Red por la Unidad de las Izquierdas, Grupo de Acción Política, Unidad y Renovación y Red de Izquierda Revolucionaria-Movimiento de Liberación Nacional, entre otros, en el frente por la recuperación del proyecto del PRD, el bloque de Nueva Izquierda, Foro Nuevo Sol y Alternativa Democrática Nacional se mantiene como predominante, lo que frenaría la posibilidad de que en diciembre próximo haya elecciones para cambiar la presidencia nacional y la secretaría general perredistas, como se acordó en el Congreso Nacional Refundacional de finales de 2009.

En el frente antagónico a Ortega Martínez se admitió que a lo sumo cuentan con unos 120 o 125 consejeros, contra por lo menos 150 del bloque encabezado por Nueva Izquierda, mientras en esta corriente se asegura que en realidad son 230 en su favor, y 90 opositores.

Se espera que las corrientes perredistas impulsen hasta el último momento la posibilidad de construir un acuerdo político para sacar adelante el Consejo Nacional que sesionará a partir de este viernes y hasta el domingo próximo.

La insistencia de los opositores de Ortega es que el dirigente renuncie al cargo y no prolongue su mandato más allá de los tres años que le corresponden, por medio de un interinato para construir alianzas electorales con el PAN en el estado de México, Nayarit, Coahuila y Guerrero.

En Nueva Izquierda se defiende que no hay condiciones políticas ni legales para realizar comicios internos en diciembre, porque se carece de reglamento de elecciones y de padrón, al no avanzar el proceso de afiliación que se pretendía para este año.

Según establece en un documento el frente por la recuperación del proyecto del PRD, el partido se encuentra más dividido, disperso y alejado de la sociedad, además de que no existe en la militancia ánimo refundacional, menos aún cuando quien encabeza el partido viola los acuerdos de los órganos de dirección.