Washington, 8 de septiembre. El presidente de Estados Unidso, Barack Obama, en plena campaña para las elecciones legislativas, dijo este miércoles que el país no puede permitirse extender los recortes de impuestos de la era Bush para los ricos y acusó a los republicanos de ser fiscalmente irresponsables.

En un acto de campaña en Ohio, a pocos menos de dos meses de las elecciones de noviembre, Obama admitió que sus políticas económicas no han funcionado tan rápido como se esperaba, pero dijo que su Partido Demócrata está mejor posicionado para impulsar la economía estadunidense.

En un discurso en Cleveland, ciudad donde la mayoría de los habitantes pertenece a la clase trabajadora, Obama dijo que va a apoyar la exención impositiva iniciada hace nueve años bajo el gobierno de George W. Bush en lo que concierne a la clase media, es decir, familias con ingresos menores a 250 mil dólares anuales (98 por ciento de los estadunidenses). Pero aseguró que no apoyará extender los recortes impositivos para las personas que ganan más de 200 mil dólares al año o las familias que obtienen más de 250 mil dólares, los cuales representan sólo 2 por ciento de los hogares.

Pienso que los recortes impositivos para la clase media deben ser permanentes. Estas familias son las que vieron caer sus salarios e ingresos en la última década. Además estos sectores son más proclives a destinar los recortes impositivos a necesidades básicas, lo que fortalecerá la economía en su conjunto, planteó el presidente.

Obama dijo que la economía estadunidense no puede afrontar, como proponen los republicanos, gastos por 700 mil millones de dólares en los próximos 10 años para dar recortes impositivos de unos 100 mil dólares a familias que ya son millonarias.

De cara a las elecciones al Congreso, que se celebrarán dentro de dos meses, la cuestión de los impuestos se ha convertido en un tema candente.

El discurso del mandatario se produce en medio de una creciente disputa con la oposición republicana por los recortes tributarios a los estadunidenses más ricos dispuestos durante el gobierno de George W. Bush.

El líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, pidió congelar por dos años todos los impuestos, así como los recortes para los más ricos, y propuso también que el gobierno rebaje sus gastos para el próximo año a los niveles de 2008, previos al inicio de un controversial plan de estímulo de Obama por 814 mil millones de dólares.

Obama rechazó ese llamado y dijo que su gobierno estaba listo para extender las rebajas impositivas a las familias de ingresos menores a los 250 mil dólares por año.

Para cualquier ingreso superior a este monto, las tasas impositivas volverían adonde estaban durante el gobierno del presidente Clinton. Esto no es para castigar a quienes se la llevan bien, es porque no podemos permitirnos el costo de 700 mil millones de dólares que esto representa, afirmó.

Presentó un paquete de medidas por valor de 50 mil millones de dólares para la construcción de infraestructura y un paquete de 100 mil millones de dólares a incentivos fiscales para compañías que inviertan en investigación y tecnología.