En la música antigua hay mucho que explorar. Me faltará vida para medio cantar las cosas que me interesan. Pero lo mejor es compartir la belleza de esa música y que la gente puede disfrutar de ella tanto como yo cuando descubro una partitura o cuando la canto... se vuelve un vehículo que no tiene descripción. Esta música no es para melómanos clavados, sino para quien esté abierto a escuchar y sentir algo bello, comentó la soprano Rita Guerrero, quien en 2000 formó el Ensamble Galileo, que esta noche se presentará en el auditorio del Palacio de la Escuela de Medicina, en el Centro Histórico.

Rita Guerrero, reconocida cantante de la emblemática banda de rock Santa Sabina, se ha dedicado a indagar y mostrar la música antigua, aunque no haya suficientes espacios donde pueda apreciarse. Sin embargo, en un principio utilizamos las iglesias y los sitios que hay en el Centro Histórico como elemento importante que va de la mano con esta música, porque mucho del repertorio es virreinal, y era el acceso que la gente tenía para lo que hoy se conocería como concierto, explicó la artista, quien con el laudista Manuel Mejía también tiene el proyecto El Jardín de las Delicias, que interpreta música de los siglos XIII al XVII; además de dirigir desde hace cinco años un coro estudiantil de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Detonante

Uno de los primeros detonantes para que Rita se enganchara con sonoridades antiguas fue que un día escuchó a un grupo de música barroca interpretar los Conciertos de Brandeburgo (de Johann Sebastian Bach). Recuerdo que me atrajo mucho, relató. Ahora, aunque surgió del rock, la gente respeta mi trabajo en la música antigua.

Comentó: Fue conmovedor hacer unas presentaciones con Santa Sabina recientemente, pero en este otro lenguaje en todos los sentidos: con la voz, como artista, como vehículo... me siento mejor interiormente. Sin contar que la comunicación que tengo ahora con la gente me sienta mejor que la onda dionisiaca de los conciertos, más estridente, más catártica. Creo que la música antigua toca otras fibras que ahora me llenan espiritualmente. Y siendo música creada siglos atrás, siento que tiene sabiduría en sí misma, que nos transporta hacia otros lugares. Además, da otra dimensión de las cosas: abre un mundo más allá, y la gente se deja tocar. La respuesta que ha habido y la comunicación que se ha establecido con el público ha sido muy real. Ese intercambio de energía es increíble.

En el repertorio del Ensamble Galileo destacan tres géneros: canciones de la tradición sefardí; villancicos y profanas del Renacimiento español, así como obras vocales e instrumentales del barroco europeo y del periodo colonial mexicano y sudamericano. Pero actualmente nos hemos perfilado a lo colonial y al barroco, en este caso del siglo XVII.

Para este concierto, el grupo, conformado además por Leonel Pérez (celo), Alejandro Tello (violín), Roberto Rivadeneyra (violín), Santiago Álvarez (clavecín) y Francisco Bringas (percusiones), presentará obras de Manuel de Soumaya, Giacomo Facco, Roque Ceruti, Abate de Rusi, Rafael Antonio de Castellanos, así como obras anónimas de ese tiempo.

El cáncer no es obstáculo

Rita Guerrero es incansable: este jueves también será invitada especial en un espectáculo que tiene que ver con el expresionismo alemán que se presenta en el bar El Convite. Se trata de Una noche en los años 20, basado en la música de Kurt Weill y textos de Bertolt Brecht, en el cual Eliceo Lara canta y toca el acordeón; Bernardo Jiménez, el piano; Omar Ranfla ejecuta el clarinete y el sax, y ella canta.

Hacer proyectos sanea a la artista para sortear el duro proceso que vive actualmente: superar el cáncer de mama que la aqueja desde hace un tiempo. Rita dijo: Al principio pensé que pasaría rápido, y no es tan fácil. El tumor está canijo. En el Hospital General hay muy buenos médicos, pero también muchos problemas, como una burocracia impresionante. Los artistas no tenemos seguro social, y comentar esto creo que puede servirle a alguien, porque yo he seguido trabajando y haciendo mi vida.

El Ensamble Galileo, a las 20 horas en el Palacio de la Escuela de Medicina (Brasil 33, esquina Venezuela, frente a la Plaza de Santo Domingo, Centro Histórico), y Una noche en los años 20 (El Convite, ubicado en Ajusco 81, colonia Portales), a las 20 horas. Reservaciones al 5601-2260. Cóver: 100 pesos.