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El músico celebró en Madrid el proyecto West Eastern Divan, creado hace 12 años

La orquesta de Barenboim y Said dialogará con atrilistas de AL

Nunca ha habido más angustia por la paz que en la actualidad, dice el director de la agrupación

Critica la pasividad de Europa y Estados Unidos ante la estrategia de Israel en Medio Oriente

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El pianista y director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim, al centro, en imagen del pasado miércoles, al ocupar el podio de la West Eastern Divan en la mezquita de CórdobaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 7 de agosto de 2010, p. 3

Madrid, 6 de agosto. Nunca, a lo largo de toda la historia, ha habido más angustia por la paz que en la actualidad, dijo Daniel Barenboim en Madrid.

El músico celebró en Madrid, la noche del miércoles, su proyecto West Eastern Divan, que ideó hace 12 años junto con su amigo Edward Said, intelectual palestino quien murió antes de escuchar a la primera orquesta de música de atril integrada por intérpretes de Israel y los países árabes. La música como puente de paz es el meollo del proyecto.

Desde 2002, España, en concreto Sevilla y Madrid, se han convertido en las dos ciudades de acogida de una orquesta que este año contará con más de cien músicos. Sus nacionalidades u orígenes son la de los países enfrentados por una porción de territorio de Medio Oriente: Israel, Palestina, Siria, Egipto, etcétera.

El itinerario es idéntico desde ese año, cuando la Junta de Andalucía facilitó un refugio en Pilas para que los jóvenes ensayaran y se encerraran con el afamado director para poner a punto los instrumentos y, sobre todo, para que los jóvenes músicos convivieran y se conocieran.

Asimismo, este 2010 es especial no sólo porque Barenboim cumple 60 años en la llamada música culta –debutó a los siete años con un recital de piano en Buenos Aires–, sino porque en esta ocasión habrá una gira internacional que recorrerá gran parte de América Latina.

Oír el relato del otro

Hasta ahora la West Eastern Divan había tocado en España, Alemania y Estados Unidos, pero ahora visitará República Dominicana, Colombia, Argentina y, muy especialmente, Venezuela, donde los jóvenes intérpretes compartirán escenario con sus pares formados dentro del Sistema Bolivariano de Orquestas Juveniles e Infantiles de ese país sudamericano, fundado por el maestro José Antonio Abreu.

“Esta idea se debería concretar en todo el mundo; buscar a jóvenes de barrios con problemas como la droga o la violencia y acercarlos a la música.

“Si bien es algo diferente del Divan, creo que es un proyecto para abrir el diálogo. No es realmente para la paz, que necesita otras cosas y más que una orquesta, pero sí es la apertura al diálogo, a tener la curiosidad de escuchar y oír el relato del otro.

Los dos programas tienen en común que ven la música como un elemento muy fuerte para la mejora de la sociedad, señaló Barenboim en referencia al concierto en Caracas del próximo 11 de agosto.

Como es habitual antes del concierto de la Plaza Mayor de Madrid, Barenboim ofreció una rueda de prensa en la que volvió a insistir en la necesidad de proyectos e ideas como las que se conjugaron hace años, entre él y Edward Said –quien fue colaborador de La Jornada– para intentar llevar la concordia y el entendimiento a Medio Oriente.

Para que haya paz tiene que haber, antes que nada, igualdad. Es el único medio para que exista una solución al conflicto. Lo demás son supersticiones o angustias. Nunca, a lo largo de toda la historia, ha habido más angustia por la paz que en la actualidad. El miedo por la paz es más grande que el miedo por la guerra, aunque el miedo a la guerra sea superior, porque se paga con vidas humanas, señaló el pianista y director de orquesta.

Barenboim, quien compareció con dos jóvenes músicos, criticó con dureza la pasividad de la comunidad internacional, sobre todo de Europa y Estados Unidos, ante la estrategia de Israel en la región.

La presión de la comunidad internacional sobre Israel es difícil, debido a los remordimientos que tienen los países europeos por lo que ocurrió al pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial. Pero Israel debe recordar que 2010 no es 1945, dijo.

El músico, quien gestiona el proyecto por conducto de la Fundación Said-Barenboim, añadió que el gobierno israelí está tomando decisiones muy peligrosas para los palestinos, pero aún más peligrosas para el futuro del Estado de Israel, al citar como ejemplos las incursiones de los militares israelíes en mayo pasado contra la Flotilla de la Paz que intentaban llevar algo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

La acción sobre la flotilla ha traído muertos inocentes, turcos en este caso. Dejando la cuestión moral a un lado, es un error estratégico del gobierno israelí, porque Turquía era el único país que tenía buenas relaciones con Israel y, al mismo tiempo, con los países árabes, apuntó.

En la comparecencia pública también estuvo el músico palestino Ramsis Abudim, nacido en Ramallah, quien aseveró: Los palestinos están decepcionados con la comunidad internacional y con la Unión Europea. No han hecho nada para hacer avanzar las cosas.

Mientras la atrilista israelí Perry consideró que la West Eastern Divan es un símbolo de cómo dos personas tan diferentes hablan el mismo lenguaje emocional del arte, que habla a todo el mundo.

La orquesta en esta ocasión está integrada por 36 jóvenes de países árabes, 43 israelíes, 16 españoles y cinco de otros países.

El repertorio que interpretarán durante la gira por América Latina incluye las sinfonías de Beethoven, sobre todo la primera, la segunda y la cuarta.