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Consideran insuficiente la información que les proporcionó el enviado del Gobierno del DF

Vecinos de La Malinche rechazan levantar plantón contra la supervía

Acusan a Jesús Lucatero de llegar acompañado de golpeadores al lugar de la reunión

Reclaman a secretarios la opacidad con que la autoridad central ha manejado el proyecto

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En el bosque de Tarango comenzaron las obras de mitigación ambiental derivadas de la construcción de la supervíaFoto Carlos Ramos Mamahua
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Aspecto del campamento que mantienen vecinos de La Malinche opositores a la construcción de la vialidadFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de julio de 2010, p. 26

Los habitantes de La Malinche que se oponen a la supervía poniente decidieron no levantar el plantón que mantienen desde el lunes pasado, reiteraron su disposición a entablar un diálogo real con las autoridades e hicieron un llamado para evitar el inicio de los trabajos anunciados.

Más de 300 personas provenientes de diversas colonias, se concentraron ayer por la tarde en la esquina de andador Durazno y Rosa Norte. El objetivo fue darle a conocer al representante del gobierno central su posición sobre la información que previamente les entregó y que a decir de las autoridades sustenta legalmente la construcción de la vialidad.

Esta vez, a diferencia de la ocasión anterior, el enviado del gobierno, Jesús Lucatero, acudió puntual a la cita. Llegó acompañado por alrededor de 40 jóvenes, los mismos que han intentado infructuosamente comenzar los trabajos de demolición.

Los vecinos calificaron el hecho de provocación, se organizaron y formaron una cadena humana que dejó aislados a los golpeadores, como ellos los llamaron.

Entre las razones de los opositores para negarse a levantar el plantón se encuentran la carencia de un estudio de impacto urbano, que la propia empresa concesionaria reconoce necesario y que no se haya llevado a cabo una consulta pública, que por ley el gobierno debe realizar, pero que no efectuó por estimarla innecesaria en el resolutivo de la Secretaría del Medio Ambiente.

Los colonos reiteraron su compromiso a celebrar un diálogo público y propusieron que se realice ante la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para que ambas partes asistidas de asesoría especializada concilien diferencias y encuentren alternativas viables en beneficio de toda la comunidad.

Lucatero se fue de La Malinche de la misma forma en que llegó: arropado por los jóvenes, que a su entender, son beneficiarios de la administración pública, pues se les brinda una oportunidad de empleo y que a decir de los opositores, son un claro ejemplo de cómo las autoridades se han dedicado a romper el tejido social de la comunidad. Lejos de que se desactivara el escenario de enfrentamiento éste aumentó.

En otro punto del trazo de la supervía también hubo reclamos hacía las autoridades, pero a diferencia de los de La Malinche, éstos no estaban previstos.

Los titulares de las secretarías de Obras y Medio Ambiente, Fernando Aboitiz y Martha Delgado, respectivamente, encabezaron horas antes el comienzo de las obras de mitigación contempladas en el resolutivo de impacto ambiental.

Al acto, que se realizó en la colonia Loma de Tarango, acudieron servidores públicos, representantes de la empresa concesionaria y algunos vecinos invitados expresamente por las autoridades.

Tras explicar que en el lugar se construirá un vivero, los secretarios fueron cuestionados por Manuel Ontiveros, de la organización Vive Tarango y Juan Manuel Pomares, vecino de Santa Lucía.

La queja fue por la presunta opacidad con la que el gobierno ha manejado el proyecto, situación que negaron los servidores públicos.