Las primeras manifestaciones del cambio climático en el país se manifiestan en la sequía que padece la región norte, además de las lluvias y tormentas tropicales que se presentan en el noreste, así como en las grandes inundaciones en el centro y sur, convinieron legisladores y funcionarios participantes en el foro Impacto del cambio climático en el sector rural.

En el acto, que tuvo lugar ayer en la Cámara de Diputados, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, destacó que ante este fenómeno, que deriva en mayor evaporación de agua en las zonas agrícolas, se deben tener nuevos sistemas para el manejo del líquido con la finalidad de conservarlo y trabajar en nuevas variedades de semillas que puedan soportar temperaturas más altas y los efectos de la sequía.

Diputados, senadores, funcionarios federales e investigadores destacaron la importancia de impulsar políticas públicas que mitiguen el impacto de los gases de efecto invernadero y promover  un marco jurídico que permita enfrentar el cambio climático.

El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural en San Lázaro, el panista Javier Usabiaga, sostuvo que el cambio climático es un nuevo reto para la humanidad, en particular para el sector agroalimentario nacional, en razón de que afecta el desarrollo de la sociedad rural.

Hoy tenemos que buscar las soluciones y encontrar el uso de las políticas públicas que generan oportunidades para el sector rural, agregó.

Elvira Quesada consideró que es necesario un trabajo conjunto para proporcionar a México, en el mediano plazo, una ley de cambio climático, toda vez que el país es altamente vulnerable a dicho fenómeno.

Esto no puede ser una política sexenal; necesitamos acuerdos claros, tácitos y bien integrados que incluyan al menos dos claves presupuestales: cuánto estamos gastando en adaptarnos al cambio climático, cuánto va a ser el costo de recuperar los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, así como cuánto gastamos en Cancún hace cinco o seis años.

Refirió que el Programa Especial de Cambio Climático ha impulsado una importante reducción de gases de efecto invernadero y que ese avance hoy es de 37.5 por ciento.

El secretario del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, el diputado panista Justino Eugenio Arriaga Rojas, recordó que sólo la Cámara de Senadores considera 34 ordenamientos que deben reformarse para atacar el problema, como las leyes de Desarrollo Rural Sustentable, de Aguas Nacionales, General de Desarrollo Rural Sustentable, así como la de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos, entre otros.

Todos queremos explicaciones sobre las causas del cambio climático y las tareas que hay que realizar; muchas de estas respuestas se encuentran en el espacio rural, pues el agua que consumimos en las ciudades provienen del campo y, a cambio de ello, los centros urbanos devuelven al campo aguas contaminadas, a tal grado que difícilmente pueden utilizarse para la agricultura, abundó.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Porfirio Muñoz Ledo, anunció una reunión interparlamentaria mundial sobre cambio climático, que se celebrará el 6 de diciembre, e hizo un llamado a sumarse a este esfuerzo que no es sólo una causa de México, sino mundial.

Los especialistas señalaron que la forma de vida tendrá que cambiar y deberán modificarse los hábitos sociales. Recordaron que ya se presentó una iniciativa de ley general de cambio climático que tiene como propósito duplicar la generación de energía mediante fuentes renovables en un plazo de 10 años; determinar la responsabilidad de las entidades federativas para armonizar sus legislaciones locales, así como la creación del fondo verde mexicano.

El director ejecutivo del Centro de Investigación Mario Molina, Carlos Mena Brito, subrayó que si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero, más el aumento de población, la temperatura mundial podría elevarse seis grados centígrados hacia finales de siglo. En caso de impulsar políticas públicas para evitarlo, el crecimiento sería sólo de dos por ciento.

Las principales repercusiones del cambio climático, en caso de que aumente (la temperatura) de uno a seis grados, son que habrá más agua en las zonas tropicales húmedas y en las latitudes altas, pero menos agua y aumento en latitudes medias y bajas, por lo que un gran número de personas se verán afectadas por el estrés hídrico.