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La Familia Pasta de Conchos subraya el caos que existe por omisiones de la autoridad

Álex profundizó la crisis y los despidos en las minas de Coahuila

Indican que el gobierno estatal no rinde cuentas de los fondos del Programa de Desarrollo Minero

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A 53 meses de la explosión en Pasta de Conchos, familiares de las víctimas participaron en una misa frente a las instalaciones del Grupo México, en el Distrito FederalFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Martes 20 de julio de 2010, p. 12

Hay un sinnúmero de trabajadores afectados e incluso despedidos por la inundación de las minas y pocitos en Coahuila, principalmente en los municipios de Nueva Rosita, Sabinas, Juárez y Progreso, a consecuencia del huracán Álex.

Las autoridades no saben ni cuántas minas hay, ni en dónde se ubican, ni quién las explota y, por supuesto, ignoran en qué condiciones laboran los mineros y casi 8 mil habitantes de la región, se informó en la misa que organiza cada mes la Familia Pasta de Conchos para recordar a los 65 mineros fallecidos en ese socavón.

Frente a las oficinas de Grupo México, esta organización advirtió que por esta situación las autoridades ahora dirán que fue culpa de la lluvia, y desde luego que sí, pero también es inocultable el hecho de que hay minas en las que se trabaja en condiciones infrahumanas y que con el huracán quedaron destruidas.

En la misa celebrada a 53 meses de la explosión en la mina 8, unidad Pasta de Conchos, se hizo ver que resultaron sumamente afectadas familias pertenecientes a nuestra organización que vivían en las colonia Rovirosa, Los Filtros, La María y Las Torres, en Nueva Rosita, Coahuila, devastada por la creciente del río Álamos.

Denunció también que del dinero que dispone el Programa de Desarrollo Minero (Prodemi), el gobierno del estado de Coahuila no rinde cuentas, siendo que debería haberse invertido en seguridad e higiene en los yacimientos para que la explotación del mineral sea racional y apegada a las normas que garantizan la vida y la salud de los mineros del carbón.

Por ello, esta situación podría ser aprovechada para poner orden, racionalidad y aplicar las normas para asegurar que por encima de empresas, funcionarios corruptos y sindicatos, se garantice la vida de los mineros del carbón y sus familias, ya que incluso el anuncio de las ayudas para salarios de 7 mil trabajadores, o los 5 mil pesos para que repongan todo lo que han perdido es insuficiente y ofensivo.

Dicha oportunidad de levantar la región pasa, en primer lugar, por dignificarla con el rescate de los 63 caídos en Pasta de Conchos y cesar el sufrimiento ininterrumpido de todos los familiares, pero esta circunstancia la pasó por alto el presidente Felipe Calderón Hinojosa, en los 20 minutos de visita que su comitiva le dio a la inundada colonia Rovirosa, en Nueva Rosita, apuntó la Familia Pasta de Conchos.