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Abren en el Munal la exposición Imágenes de la patria, con curaduría del historiador

Somos un país desintegrado; nos falta una concepción de nación: Florescano

La muestra ofrece un recorrido iconográfico y cronológico por el devenir de México

Foto
Águila, 1977, escultura en bronce de Lucho López, forma parte de la muestra que hoy se inaugura en el Museo Nacional de ArteFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de julio de 2010, p. 9

La exposición Imágenes de la patria, integrada por 91 obras, entre pintura, escultura, gráfica y documentos –que será inaugurada hoy a las 19 horas en el Museo Nacional de Arte (Munal)–, reúne múltiples representaciones en torno a las acepciones de patria, nación, pueblo y país.

El historiador Enrique Florescano, curador de la muestra en el recinto de Tacuba 8, Centro Histórico, señaló ayer ante la prensa la falta de una imagen de la patria perteneciente al actual gobierno.

“El país en realidad está escindido. Es lo más grave que tenemos, un país dividido aparentemente en tres partidos, pero socialmente en gente muy pobre, la mayoría, una capa pequeña de clase media y otra parte muy pequeña de clase muy rica. Entonces, somos un país desintegrado.

“Desafortunadamente los partidos políticos no han adquirido conciencia de esa realidad. Trabaja cada uno para su propio interés.

Lo que más me preocupa es que no hay una concepción de nación, de lo que hicieron nuestros antepasados que antepusieron sus intereses personales, individuales, para crear Estado y nación representativos de la mayoría de la población.

La imagen, elemento esencial

Imágenes de la patria es un recorrido iconográfico y cronológico cuyo objetivo es ver cómo, en distintas etapas del país, se formó una idea diversa de México, expresó Florescano.

Recordó que en cierto momento de su carrera, al intentar leer el Popol Vuh, advirtió que no entendía el simbolismo, ni las metáforas, hecho que lo perturbó. Percatarse de que ese es el lenguaje de los símbolos y de la imagen me obligó a cambiar radicalmente mi forma de hacer historia. Me di cuenta que la imagen era uno de los elementos fundamentales para entender el pasado de mi país.

La exposición se divide en cinco núcleos temáticos: Los orígenes de la patria: prehispánico-virreinato; La patria y el nuevo proyecto de nación: 1810-1872; Modernización y eclecticismo cultural durante el porfiriato: 1877-1911; Patria, revolución e identidad: 1910-1960, y La patria y la nación en el presente: 1970-2000.

Florescano observó que aquí como en otros lugares siempre es femenina la imagen alusiva a la patria, el pueblo o la nación. Otros símbolos muy socorridos son la bandera y el Himno Nacional.

En cada momento, agregó, surgen personajes emblemáticos –la soldadera, como símbolo de la Revolución– que encarnan las grandes transformaciones de la historia de México.

Al consumarse la Independencia, la idea de nacionalidad sólo la tienen quienes dirigen el país, ya que la realidad arroja un mosaico de culturas, de pueblos desiguales que hablan distintas lenguas y tienen diferentes orígenes. Pero empieza a surgir la idea de hacer de esa diversidad un proyecto colectivo.

Sobre las celebraciones por el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, para Florescano allí perdimos. Todos los días se leen ideas contradictorias, porque no supieron unificarlas. Se volvieron, para mí, festejos de quien preside ahorita el gobierno y no festejos nacionales.

Pidió que la comisión nacional rinda cuentas de cómo está gastando el presupuesto asignado. Lo único que sabemos es que a cada estado le dieron 15 millones de pesos para los festejos, pero todavía no se los han entregado, sé por lo menos de dos casos. En cambio aquí en la capital cuánto se está gastando en esos proyectos.

En septiembre, Imágenes de la patria viajará al Museo del Noreste, de Monterrey, con 123 piezas más. El catálogo de la muestra, dedicado a Carlos Monsiváis, incluye un texto del cronista recientemente fallecido –uno de sus últimos trabajos–, sobre la forma en que los mexicanos ven la patria hoy día. También incluye el capítulo La patria dolida: imágenes de un periodo turbulento (1871-1909), del caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón.