Culiacán, Sin., 6 de julio. Con la derrota histórica del PRI en Sinaloa, tras 80 años de gobiernos ininterrumpidos, el escenario político en la entidad se modificó al dividirse a la mitad los 24 distritos electorales entre las coaliciones integradas por los partidos PAN-PRD-PT-Convergencia y PRI-PVEM-Panal.

Mañana, el Consejo Estatal Electoral (CEE) sumará también las 24 actas distritales para confirmar oficialmente que Mario López Valdez, Malova, el candidato de la composición de izquierda y derecha, ganó la gubernatura a su contrincante, el empresario Jesús Vizcarra Calderón, por casi 50 mil votos, lo que significa poco más de cinco puntos porcentuales de ventaja.

El resultado del proceso, que llevó a las urnas a poco más de un millón de personas –de las cifras más elevadas en el estado– y significó una afluencia cercana a 58 por ciento del padrón, no generó ninguna reacción de protesta entre los ciudadanos y los partidos que contendieron.

Ni el clima de violencia criminal que se vive todos los días en las tres principales regiones del estado, ni las descalificaciones que se prodigaron al final del proceso los candidatos, impidieron que la sociedad sinaloense asistiera en importante número a las urnas.

La pérdida del dominio priísta en Sinaloa no tiene precedente en el ámbito del control de las principales ciudades del estado, aduce Juan Guerra Ochoa, quien trabajó en favor de López Valdez y descubrió en plena jornada electoral un operativo priísta en Culiacán que pretendía reventar las casillas donde el candidato opositor llevaba ventaja.

El domingo pasado, la oposición arrebató al PRI nueve de las 18 alcaldías, lo que le garantizará tener entre 16 y 17 diputados locales de mayoría y plurinominales. En 1995 el tricolor tuvo una derrota similar, al registrarse el triunfo de PAN y PRD en seis ayuntamientos. Acción Nacional obtuvo entonces el control de Culiacán, Mazatlán, Ahome, Navolato y Salvador Alvarado; el partido del sol azteca triunfó en Angostura. Nueve años después, en 2004, el blanquiazul le arrebató seis alcaldías al Revolucionario Institucional; éstas fueron Choix, Sinaloa, Navolato, Concordia, Rosario y Mazatlán.

La relevancia del triunfo obedece a que en tres municipios, Culiacán, Ahome y Mazatlán, se concentra más de la mitad del electorado registrado en Sinaloa. En la capital éste llega a 30.6 por ciento; en el segundo, 14.4, y en el tercero 16.2.

Una vez que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) fue cerrado anteayer al mediodía, cuando se había contabilizado 89.9 por ciento de las actas, las tendencias que arrojaba el citado programa eran que la oposición le arrebató al PRI las siguientes ciudades: Ahome, Angostura, Choix, Escuinapa, El Fuerte, Mazatlán, Rosario, Salvador Alvarado y Sinaloa de Leyva. El tricolor y los dos partidos que fueron derrotados también conservaban el control parcial de Badiraguato, Concordia, Cosalá, Culiacán, Elota, Guasave, Mocorito, San Ignacio y Navolato.

Los nueve municipios que logró conservar la alianza PRI-PVEM-Panal aglutinan el mayor padrón del estado, al traducirse en un millón 5 mil 810 electores. Este total representa 52.7 por ciento del total, lo que implicará que mantenga la mayoría de diputados en el Congreso local.

De los 24 distritos electorales, la Alianza para Ayudar a la Gente (PRI-PVEM-Panal) ganó 15, y la coalición Cambiemos Sinaloa (PAN-PRD-PT-Convergencia), nueve. Hasta la fecha, sólo el PAN, como partido de oposición en Sinaloa, había ganado en las urnas nueve distritos electorales, y lo hizo en la elección de 1995. Entonces obtuvo el distrito 4 de Ahome; 9 de Salvador Alvarado; 12, 13 y 24 de Culiacán; 15 de Navolato, y 20 de Mazatlán.

Será el domingo próximo cuando el CEE –en una formalidad– otorgue la constancia de ganador a Mario López Valdez y determine el número de diputados plurinominales que corresponde a las dos fuerzas políticas contendientes. Según los datos preliminares del mismo órgano electoral, el PRI conservará el control de la Cámara de Diputados local con 23 o 24 legisladores y el resto corresponderá a la alianza integrada por la derecha y la izquierda.