Opinión
Ver día anteriorMiércoles 7 de julio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Balance de la Jornada

Lección de pundonor

E

n su vital duelo ante Holanda, a la garra charrúa le faltaron tres garfios fundamentales: la eficacia de Luis Suárez, el férreo Jorge Fucile y el solvente Diego Lugano. El equipo dirigido por Óscar Tabárez todavía puede embolsarse los 20 millones de dólares que la FIFA tiene destinados al tercer lugar, cuyo partido se disputará el sábado frente al perdedor del choque entre Alemania y España.

Más que agradable resultó la participación de Uruguay en este certamen, pues el país de apenas 3.3 millones de habitantes dio una lección de trabajo y pundonor. La celeste, con una nómina muy modesta, logró trepar más peldaños que equipos excesivamente comercializados e inflados, como el Tri.

Holanda quiere desprenderse del mote de eterna candidata con que siempre arriba a la cita cuatrienal. Sin reditar el concepto de futbol total que puso de moda en los años 70, la naranja mecánica tiene suficiente talento para complicarle la vida a españoles o alemanes. La tercera, tras Alemania 1974 y Argentina 1978, puede ser la vencida.

España es otro equipo que vive estos días aferrado a la esperanza, pese a su afamada liga y las grandes sumas que invierte en jugadores cada año, sólo tiene entre sus máximos logros la Eurocopa 2008 y hoy está tan cerca del título que cualquier otra cosa sabrá a fracaso.

Hay otra lucha paralela. Holanda está en la final; es decir, Nike, la marca estadunidense que desplazó a Adidas como número uno del mundo. La alemana de las tres franjas vistió en Sudáfrica a 12 selecciones, entre ellas España y Alemania, por lo que tiene seguro al otro finalista.

Durante sus años de formación en el Barça, la empresa de la palomita patrocinó a Lionel Messi, pero tras su debut la casa de las tres franjas le arrebató al jugador, se fueron a tribunales y el veredicto favoreció a Messi-Adidas. La venganza será de tintes mayúsculos, pues Nike hizo una oferta imposible de resistir (600 millones de euros) a la Federación Alemana de Futbol, que siempre había sido patrocinada por Adidas y cuyo contrato termina en 2011.

La materia sería más propia para estudiosos de mercado, pero ha pisado terreno deportivo, como cuando Juergen Klinsmann amenazó con no convocar a 12 jugadores que se negaban a usar calzado Adidas porque tenían a sus propios patrocinadores. O cuando un enfermo Ronaldo debió jugar la final de Francia 98 ante la exigencia de Nike.