La ley antinmigrante decretada en abril en Arizona, Estados Unidos, afectará negativamente las remesas por un monto de al menos 700 millones de dólares este año, lo que incidirá directamente sobre el consumo de un millón 600 mil hogares que las reciben, consideraron analistas del grupo financiero Banamex.

De acuerdo con estadísticas de American Community Survey, citadas por el intermediario financiero, en Estados Unidos laboran 6 millones 980 mil trabajadores nacidos en México, y más de tres cuartas partes de ellos no son ciudadanos naturalizados. Después de California, Texas e Illinois, Arizona es el cuarto destino de los trabajadores nacidos en México.

El 23 de abril la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, firmó el decreto que valida la ley SB-1070 que entrará en vigor el 29 de julio.

Solamente en 2009, 351 mil mexicanos laboraban en Arizona y sólo 21.6 por ciento de ellos eran ciudadanos naturalizados, mientras que el resto podrían o no ser trabajadores indocumentados.

Leyes más severas

Con base en estas cifras y bajo el supuesto de que el promedio de remesas y porcentaje de la población que realiza envíos a México permanecen constantes, estimamos que el impacto máximo de las deportaciones de trabajadores mexicanos sobre las remesas podría ubicarse alrededor de 3.5 por ciento de las remesas totales, los especialistas creen que las expectativas sobre leyes migratorias también más severas en otros estados podrían incidir para que los trabajadores mexicanos disminuyan el envío de dólares hacia sus lugares de origen, ante la posibilidad de migrar hacia otros estados o regresar a sus comunidades.

El Banco de México reportó que en abril se registró un ingreso al país de mil 784 millones de dólares por concepto de remesas familiares, un crecimiento de 0.2 por ciento respecto de abril de 2009.

De enero a abril las remesas registran una entrada de 6 mil 603 millones de dólares, 9 por ciento menos respecto de igual periodo de 2009.

Los expertos de Banamex consideran que el menor ingreso de recursos incidirá sobre el consumo de un millón 600 mil hogares que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, los reciben.