Johannesburgo, 5 de junio. El subcampeón del mundo, Francia, llegó hoy a Sudáfrica preocupado por la derrota 1-0 del viernes ante la débil China en partido de preparación para el Mundial.

El plantel aterrizó hoy en George y se desplazó los 100 kilómetros que separan su campo de entrenamiento en Knysna. Les bleus llegaron desde la isla de Reunion, donde el viernes perdieron ante China con juego lento e impreciso.

Estamos cansados, justificó el delantero Matthieu Valbuena, mientras el técnico, Raymond Domenech, no puso excusas: Faltó frescura y espontaneidad.

Le Parisien definió al equipo como una gran obra en construcción. Le Figaro publicó: Una actuación miserable, mientras Le Progres previó un futuro sombrío.

Francia exhibió un novedoso sistema 4-3-3 ante China, pero a pesar del esquema ofensivo apenas hubo ocasiones de gol. Domenech utilizó en la delantera a Sidney Govou en la derecha, Nicolas Anelka en el centro y Franck Ribéry en la izquierda. En el centro del campo formó con Yoann Gourcuff, Jérémy Toulalan y Florence Malouda.

Por otra parte, después de un largo viaje marcado por los contratiempos, la selección uruguaya arribó hoy por la tarde a Johannesburgo y se trasladó a la localidad de Kimberley, donde los jugadores fueron recibidos con una euforia parecida a la que se ve en viejas filmaciones del arribo de Los Beatles. El griterío llegó al paroxismo cuando se abrió la portezuela y bajaron los atónitos jugadores, quienes sólo atinaban a decir gracias y tomar fotografías o filmar.

El seleccionador uruguayo, Óscar Tabárez, agradeció el recibimiento y expuso las esperanzas del equipo de hacer algo importante. Es una inmensa alegría que finalmente estemos en el lugar donde se jugará el Mundial. Por supuesto, soñamos con ganar el título, pero especular sobre ello no tiene sentido. Conoceremos nuestro nivel el 11 de junio cuando nos enfrentemos a Francia, dijo el timonel.

El viaje fue extenuante, volvió a retrasarse el vuelo, señaló Matías Faral, portavoz de la delegación sudamericana.