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El Consejo de Seguridad de la ONU convoca a sesión extraordinaria

El asalto de Israel provoca casi unánime condena internacional
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Más de 10 mil ciudadanos de Estambul, Turquía, salieron a las calles para exigir justicia, luego de la agresión de Israel a una misión humanitaria que zarpó de ese país. La manta dice: apoyamos a la Flotilla de la LibertadFoto Reuters
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El centro de Estocolmo fue escenario de masivas protestas por la agresión de Tel Aviv cometida la madrugada de este lunesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de junio de 2010, p. 3

Nueva York, 31 de mayo. El asalto a la Flotilla de la Libertad perpetrado hoy por la marina de Israel produjo una declaración de condena casi unánime en todo el mundo, expresiones de estupor, consternación, lamentación y preocupación por una posible escalada de violencia en Medio Oriente.

Varios países –Egipto, Brasil y los miembros de la Unión Europea, entre ellos– y el responsable de Asuntos de Política Internacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Óscar Fernández, instaron a Israel a terminar con el bloqueo marítimo, terrestre y aéreo que mantiene desde 2007 sobre el territorio palestino de la franja de Gaza, controlada por Hamas, donde se restringe el ingreso de todo tipo de mercancías, desde materiales de construcción hasta artículos de primera necesidad.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó a una sesión extraordinaria este mismo lunes para discutir si emitiría una declaración de condena –lo que sería más probable, según diplomáticos– o una resolución de carácter vinculante. La sesión se prolongó por horas, y al cierre de esta edición no había ningún pronunciamiento.

El representante israelí, Daniel Carmon, dijo a los medios en Nueva York que la flotilla no tenía nada de humanitario y aseguró que no eran activistas pacíficos ni mensajeros de buena voluntad.

El portavoz de la Casa Blanca, William Burton, dijo lamentar profundamente la pérdida de vidas, pero aclaró que actualmente trabaja para entender las circunstancias que rodearon a esta tragedia.

El presidente Barack Obama se comunicó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para manifestarle su comprensión por la decisión de cancelar una visita a la Casa Blanca prevista para este martes. El gobierno canadiense, que lamentó la pérdida de vidas, informó que al igual que la administración estadunidense, estamos buscando más información.

Más tarde, el segundo embajador de Estados Unidos ante la ONU, Alejandro Wolff, dijo ante el Consejo de Seguridad que su país estaba profundamente perturbado por lo ocurrido con la Flotilla de la Libertad pero, a la vez, apuntó que el envío de esta ayuda humanitaria complica los esfuerzos en Gaza.

La Unión Europea se pronunció por la realización de una investigación completa sobre lo ocurrido. La responsable de la política exterior de la comunidad, Catherine Ashton, exhortó a Tel Aviv a permitir de forma inmediata e incondicional el paso de la ayuda humanitaria a Gaza, así como el comercio.

Los embajadores de Israel en varios países, como España –actualmente al frente de la presidencia rotativa de la Unión Europea– y Turquía, fueron convocados por los ministerios de Relaciones Exteriores para pedir explicaciones por lo sucedido en el mar Mediterráneo.

Recep Tayyip Erdogan, primer ministro de Turquía –único país de población musulmana aliado de Israel en la región–, expresó que esta acción, totalmente contraria a los principios del derecho internacional, es un inhumano terrorismo de Estado.

Al final del día, Ankara anunció el retiro de su embajador en Tel Aviv, lo que deja en su nivel más bajo las relaciones bilaterales. Un Estado que cometió esos crímenes ha perdido toda legitimidad ante la comunidad internacional, dijo en la sede de la ONU en Nueva York el canciller turco Ahmet Davutoglu.

A las condenas se sumaron los Irán, Rusia, México, Bolivia, Argentina, Ecuador, Paraguay, Chile, Venezuela, el Vaticano, la Liga Árabe, la Organización de Estados Americanos, la Unión Africana, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, así como agrupaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch, e incluso el conservador Partido Popular de España.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, criticado frecuentemente por altos funcionarios israelíes, calificó el hecho de acto inhumano del régimen sionista.

En Atenas, París, Londres, Madrid y Estocolmo, Beirut y Amán, cientos de personas protestaron en plazas públicas y frente a las representaciones diplomáticas de Israel. En Estambul salieron a las calles unas 10 mil personas.