Moscú, 26 de mayo. Al menos seis personas murieron y otras 46 resultaron heridas a consecuencia de la explosión de una bomba la tarde de hoy en céntrica plaza de Stavropol, principal ciudad del homónimo territorio ruso, colindante con el convulso Cáucaso del Norte.

El artefacto –según una versión, colocado debajo de una banca y, conforme a otra, en el techo de una café cerrado por obras– estalló 15 minutos antes de que comenzara, en el contiguo Palacio de la Cultura y los Deportes, la actuación del conjunto folclórico Vainaj, una de las más reputadas compañías de danza y canto populares de Chechenia.

Las víctimas mortales –mujeres todas– y la mayoría de los heridos estaban haciendo tiempo antes de entrar a la sala para ver a los artistas chechenos, cuya presentación se canceló, informó Vladimir Markin, vocero de la procuraduría rusa.

Todo apunta a que la frustrada actuación del conjunto checheno y la explosión de la bomba no son una trágica coincidencia, sino el motivo y el saldo cruento del enésimo atentado norcaucásico, cuya autoría hasta el momento ningún grupo ha reivindicado.

Tanto el gobernador de Stavropol, Valeri Gayevski, como el presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, condenaron el bombazo y ofrecieron su propia interpretación de los hechos.

Para Gayevski, el atentado tiene mucho que ver con la inminente visita del representante personal del presidente de Rusia para el Cáucaso del Norte, Aleksandr Jloponin, que debía llegar mañana o pasado, en la medida en que desestabiliza la situación y afecta nuestras relaciones de buena vecindad con Chechenia.

Kadyrov, en cambio, afirmó: Hay fuerzas a las que no les gusta que el Cáucaso del Norte se está volviendo una región estable, atractiva para los inversionistas locales y extranjeros, ideal para desarrollar la industria turística.

Con esta versión un tanto divorciada de la realidad, el gobernante checheno impuesto por el Kremlin pretende eludir el creciente desafío que –para la región norcaucásica– representa la alianza de los grupos islamitas radicales con los rebeldes separatistas.