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Funcionarios reciben bonos de las petroleras según el número de licencias expedidas, dice

El gobierno desatiende riesgos al dar permisos para la perforación en el mar: Washington Post

El Congreso podría imponer a BP un límite compensatorio más elevado que el vigente de 75 mdd

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Familiares de las 11 víctimas del accidente en la plataforma de British Petroleum Deepwater Horizon, el pasado 20 de abril, asistieron ayer a una ceremonia en memoria de sus seres queridos en Jackson, Misisipi. En la imagen, Evelyn Fulton, tía del fallecido Dale BurkeenFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de mayo de 2010, p. 25

Washington, 25 de mayo. El Servicio de Manejo de Minerales (MMS), la agencia del gobierno estadunidense encargada de regular las operaciones de perforación petrolera en el mar, ignoró informes científicos sobre potenciales riesgos ambientales al extender nuevos permisos para esas actividades, dio a conocer hoy la prensa en esta capital.

Al comentar el desastre ecológico en el Golfo de México en que se encuentra envuelta la British Petroleum (BP), que comenzó el 20 de abril con la explosión en la plataforma Deepwater Horizon, el diario Washington Post señaló que funcionarios de la agencia con frecuencia manipularon documentos y desacataron normas legales destinadas a proteger el ambiente marino.

Destacó que funcionarios del MMS suelen recibir bonos en efectivo de las petroleras sobre la base del número de permisos de perforación expedidos, por lo que apuntó que todas estas prácticas debilitan drásticamente la capacidad de supervisión científica como se establece en la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley Nacional de Política del Medio Ambiente.

Tanto durante el actual gobierno de Barack Obama como en el anterior de George W. Bush fueron ignoradas las alertas emitidas por científicos de la Administración Nacional Oceánica y del Medio Ambiente (NOAA), y de la Comisión de Mamíferos Marinos, en medio de una guerra entre los biólogos y los ingenieros, de acuerdo con documentos y entrevistas de prensa.

Lo anterior se conoce mientras hay un creciente malestar popular contra las operaciones petroleras de las trasnacionales frente a las costas, en tanto que el presidente Obama se ha visto obligado a detener los planes para abrir nuevas zonas a la exploración mar adentro, en espera de que se resuelva lo que se considera ya como uno de los mayores derrames en la historia del país.

Una encuesta de CBS News reveló que 70 por ciento de los estadunidenses reprueba el trabajo de la petrolera británica para frenar el derrame de crudo frente a las costas de Luisiana. Para Obama la reprobación es de 45 por ciento y 35 de aceptación, al cumplirse 36 días del derrame y en momentos en que la marea negra cubre unos 80 kilómetros de playas y zonas costeras de ese estado.

El gobierno de Estados Unidos acordó ampliar en 20 mil kilómetros cuadrados la zona de prohibición para la pesca en el Golfo de México debido a la marea negra, lo que extiende la veda a 140 mil kilómetros cuadrados. Asimismo, advirtió que el Congreso podría imponer a BP, retroactivamente, un límite compensatorio por daños más alto que los 75 millones de dólares de la legislación vigente.

BP anunció que en los próximos días tratará de tapar el escape de petróleo mediante una operación que consiste en inyectar barro en el pozo y después sellarlo con cemento. La petrolera, que ha aplazado esta operación desde la semana pasada, adjudicó al nuevo intento entre 60 y 70 por ciento de posibilidades de éxito.

Familiares de las 11 víctimas del accidente en la plataforma asisteron a una ceremonia privada de homenaje en Jackson, Misisipi. La Casa Blanca reiteró que sólo la petrolera británica tiene la tecnología de aguas profundas necesaria para frenar el derrame, al responder a insistentes reclamos de que el gobierno se haga cargo del desastre.