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Desde 1905 no había una zafra tan pobre, estima Granma

Desplome histórico en Cuba de la estratégica industria azucarera
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Imagen de archivo del ingenio Héctor Rodríguez, en el poblado de Sietiecito, provincia de Villa Clara, en el centro de CubaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 6 de mayo de 2010, p. 24

La Habana, 5 de mayo. La industria azucarera, la antigua columna vertebral de la economía cubana, se está hundiendo con resultados equivalentes a un retroceso de un siglo, según un análisis del diario oficial Granma, que abrió signos de interrogación sobre el futuro del sector.

El artículo está firmado por Juan Varela, el principal experto de la prensa local en temas azucareros, y es una tácita explicación del cese del ministro Luis Manuel Ávila González. Un comunicado oficial dijo el lunes que el funcionario reconoció las deficiencias de su trabajo que le fueron señaladas.

La zafra en curso, que aún se prolongaba este mayo, puede calificarse de pésima en producción y eficiencia, dijo Varela.

El articulista reseñó calamidades de la más reciente campaña, como la explotación de cultivos destinados a la zafra del año próximo, la sobrevaluación de los estimados de producción y la falta de previsión para confirmar el estado técnico de los ingenios y de las máquinas cortadoras, lo cual se sumó a un exceso de lluvia y a la falta de la mitad de los fertilizantes requeridos.

La producción azucarera se realiza en la temporada seca, entre diciembre y abril. Hasta este mayo, sólo 10 de los 44 ingenios que habían trabajado en esta zafra habían cumplido sus metas, después de que las fábricas perdieron más de 40 por ciento del tiempo disponible, en su mayor parte por desperfectos y fallas en el suministro de caña, señaló Varela.

El articulista apuntó que el productor cañero es ahora el peor pagado de la agricultura y reclamó una reversión de la crisis, pero no ofreció señales sobre el rumbo que podría tomar la industria. Reubicarla en el lugar que corresponde es imprescindible, subrayó.

Varela señaló que no había una zafra tan pobre en Cuba desde 1905. Según los registros disponibles, en ese año la producción llegó a 1.3 millones de toneladas de azúcar, aunque ya entre 2005 y 2007 hubo resultados inferiores. En cualquier caso, el desempeño de la industria tiende a una caída que la distancia de lo que fue en la mayor parte del siglo pasado.

La explotación cañera, que data de finales del siglo XVIII, llegó a convertirse en el eje de la economía cubana. Hace unas tres décadas alcanzó resultados anuales de hasta 8 millones de toneladas, pero empezó a caer a partir de 1992, tras el derrumbe de la Unión Soviética, que había sido el principal mercado para el dulce cubano.

Desde entonces, la producción de azúcar en Cuba nunca regresó a su nivel anterior. La industria dejó de ser el principal ingreso en moneda fuerte, y ahora se coloca por debajo de la venta de servicios médicos, el turismo, el níquel, la biotecnología y el tabaco, con cerca de 230 millones de dólares.

En 2002, al tratar de sortear el impacto de los bajos precios y buscar eficiencia, el presidente Fidel Castro ordenó un drástico giro en el sector, que llevó al cierre de 71 de los 156 ingenios y una reducción del cultivo de la caña.

Una investigación del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, de 2006, concluyó que la agroindustria casi se encuentra colapsada, a causa de un proceso de descapitalización prolongado, al cual ha estado sometida durante la década de los años 90 y lo que transita del presente siglo.

El estudio, del especialista Armando Nova, indicó que en ese momento no había una definición clara de cuál sería el futuro del sector y que, de no haber recursos de financiamiento disponible, podría recurrirse a la inversión extranjera.

Esa rama encierra una enorme riqueza y amplias potencialidades en la producción de alimentos, fondos exportables, combustible (alcohol) y generación de energía eléctrica, además de generadora de empleo.