Política
Ver día anteriorMiércoles 5 de mayo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Colapso griego
Plan anticrisis paraliza Grecia

Comienzan paros y movilizaciones sindicales; hoy, huelga general

Nunca vamos a pagar por el rescate del FMI y la Unión Europea, afirman

Foto
Durante las protestas, manifestantes se enfrentaron con policías en las calles de AtenasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de mayo de 2010, p. 2

Atenas, 4 de mayo. Los sindicatos griegos comenzararon su protesta contra las medidas de austeridad impuestas por el gobierno. Realizan paros y manifestaciones en los que participan también funcionarios públicos, en vísperas de una huelga general que este miércoles deberá paralizar el país.

Por la mañana, unos 200 militantes comunistas ocuparon la Acrópolis de Atenas y desplegaron una banderola llamando a la movilización. Pueblos de Europa, alzaos, decía en griego y en inglés la banderola colgada en el flanco frente a la entrada principal del monumento.

Los funcionarios, incluyendo profesores y médicos, iniciaron una huelga general de 48 horas. Empleados públicos pararon labores y los ministerios, oficinas del fisco y otras instituciones estuvieron semivacíos, al tiempo que muchas escuelas permanecieron cerradas.

Se espera que en el segundo día de paro tampoco haya diarios, pues los periodistas se unen a la medida y desde el lunes el servicio de recolección de basura está parado, y los hospitales funcionan sólo con personal de emergencias.

Cientos de vuelos se verán afectados debido al anuncio de los controladores aéreos de supervisar únicamente un avión por compañía, como medida para secundar los paros, pero el miércoles el espacio aéreo será cerrado previsiblemente por completo para todos los vuelos internacionales. Frente a la sede del Ministerio de Educación, en Atenas, se registraron disturbios, tras el intento por parte de un grupo de profesores de atravesar un cordón policial y ocupar el edificio.

Cerca de 4 mil manifestantes, incluyendo profesores, recolectores de basura, pensionados, trabajadores de la construcción y empleados públicos se reunieron afuera del Parlamento y corearon: Nunca, nunca vamos a pagar por el rescate del FMI y la Unión Europea. Los manifestantes sostenían carteles con consignas como: Tomemos las calles y Pongan impuestos a los ricos.

Las medidas de este gobierno están destruyendo mi vida, se quejó Panagiota Katsagani, una maestra de escuela de 25 años que, dijo, perderá su empleo.

En tanto el gobierno socialista griego envió al Congreso una iniciativa para aplicar un impuesto excepcional sobre las ganancias corporativas este año, en su intento por reducir el déficit fiscal y asegurar los desembolsos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Antes, había dado a conocer su programa de ajuste, que incluye severos recortes a las prestaciones laborales.

Frente a los temores de contagio de la crisis griega, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó que su país vaya a sufrir el efecto, pero expertos creen que Portugal y España podrían estar en la lista de los próximos a ser rescatados. Portugal sería el primero después de Grecia; España, el segundo, e Italia estaría en un remoto tercer lugar.

La deuda de Grecia representa 115.1 por ciento de su producto interno bruto, en tanto que la de Portugal es de 76.8 y la de España de 53.2 por ciento, que se agravan por un creciente desempleo, que a nivel de la eurozona rebasa ya los 15 millones de desocupados.

El consejo de administración del FMI se reunirá el próximo domingo para decidir sobre la solicitud de préstamo de Grecia por 40 mil millones de dólares, informó la institución, a la que preocupa que una moratoria de la deuda griega contagie a otras naciones vulnerables.

Miles de personas se manifestaron este mediodía en el centro de Atenas, convocadas por varios sindicatos en contra del plan de austeridad anunciado por el gobierno, que deberá implementarlo con éxito a cambio de una ayuda de 110 mil millones de euros de la Unión Europea y el FMI.

En el puerto de Tesalónica, la segunda ciudad de importancia, y en Creta, hubo manifestaciones de los funcionarios. En la primera se han registrado protestas desde el domingo pasado.

Manifestantes del Pame, el frente sindical del Partido Comunista, se trasladaron al Parlamento, detrás de una gran manta que señalaba: No daremos un céntimo para la crisis. Centenares de profesores de instituciones privadas también se hicieron presentes en el Parlamento para depositar una lista de reivindicaciones.

Queremos enviar un mensaje a toda Grecia y a toda Europa, precisó un miembro del grupo, el diputado comunista Nikos Papaconstantinou, en declaraciones a la radio Flash. Medidas que eliminan los logros sociales son adoptadas en toda Europa, pero la cólera popular terminará con las organizaciones imperialistas, señaló.

Los militantes ingresaron en la Acrópolis, uno de los monumentos más visitados del mundo, gritando consignas y enarbolando banderas rojas, y tras permanecer varias horas en el lugar, sin impedir la entrada de los numerosos turistas, abandonaron el lugar a media mañana.

La toma de la Acrópolis se produjo en el primer día de un paro de 48 horas en la función pública y en vísperas de una huelga general convocada por las dos grandes centrales sindicales del sector privado y público contra el plan de austeridad.

Así, los trabajadores públicos de Grecia ponían a prueba, en el primer día de manifestación, la disposición del gobierno a implementar un duro ajuste fiscal a cambio del millonario rescate, en medio de dudas en los mercados sobre la capacidad de Atenas para emprender reformas. El sindicato Adedy, con 375 mil afiliados, convocó a una tercera protesta y llamó a una huelga de 48 horas en el sector público.

Las medidas oficiales para hacer ajustes económicos, de un rigor inédito, prevén en particular la supresión de los aguinaldos de los funcionarios públicos y de todos los jubilados. Además, el congelamiento de los salarios al sector público hasta 2013, y fuertes recortes en los bonos de vacaciones y prestaciones, que representan buena parte de los ingresos de los burócratas.