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Se realizó mesa de análisis en la librería Rosario Castellanos

Aún está lejos de desaparecer el libro ante la llegada del e-book: expertos
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de abril de 2010, p. 7

Los retos y perspectivas del libro en un mundo digital, la creación de nuevos lectores y la permanencia del papel como formato no perecedero, fueron algunos temas de la mesa de análisis El presente y el futuro del libro, que se realizó el viernes en la librería Rosario Castellanos, en el ciclo Noctámbulos.

En la charla participaron Jorge Acosta, consultor en soportes digitales y editor del blog Publicación Electrónica; Luis Téllez-Tejeda, promotor de lectura, escritor y coordinador de publicaciones de IBBY México; Arturo García, librero y promotor de proyectos editoriales, y Norma Bautista, responsable del departamento de prensa de la editorial Random House Mondadori y promotora de la lectura.

Acosta afirmó que la llegada del e-book (nombre del formato y del dispositivo que se utiliza para leerlo) no representa un riesgo mayor para el libro tradicional, ya que en este momento hay gran cantidad de público que consumimos más en papel; sin embargo, debemos darnos cuenta de que se están digitalizando acervos, tanto por las grandes editoriales como por Google, sobre todo acervos de sellos anglosajones. Lo que prevalece es el uso de tecnología y la consulta de información mediante el libro electrónico, y surgen otros formatos.

En el mismo sentido se manifestaron Norma Bautista y Téllez-Tejeda, quienes rechazaron que el libro en papel desaparecerá. “No va a ser inmediata la desaparición del libro. Trabajo en la editorial Random House Mondadori, que en España sí apuesta a la digitalización del material, pero en México aún no comenzamos ese proceso. Creo que debemos ubicarnos en el contexto de que gran cantidad de la población no tiene acceso a Internet y los dispositivos son carísimos. Creemos que, a muy largo plazo, va a desaparecer una línea de libros, la trade, la cara en formatos grandes, que vamos a aumentar el fondo en la línea de bolsillo y por comodidad entrarle a los libros electrónicos. No apostamos a la desaparición del libro en papel”, reflexión en la que coincidió Téllez Tejeda, y abundó: “no ocurrirá en el corto plazo, ni en lo que duren nuestras vidas y las siguientes generaciones. La pregunta tendría que ser, ¿qué riesgos tiene la lectura con estos nuevos formatos? Y creo que no existen, al contrario, complementan el libro impreso, las revistas, los periódicos.

Hay formatos que difícilmente van a mudarse a lo electrónico, mucho de nuestro trabajo es con libros para niños, y veo difícil el traslado de formatos como el álbum ilustrado al libro electrónico, por el contacto humano, leer, narrar, mostrar el libro a los niños o al público en general; dificílmente tendríamos esa experiencia con algún dispositivo, requiere otra concepción, incluso mental. El impreso seguirá utilizándose como creador de lectores.

Por el contrario, Arturo García Abraján advirtió: sí se cierne la espada de Damocles. Sí creo que va a desaparecer el libro como lo conocemos, y conservaremos aquellos con valores añadidos, ilustrados, casi artísticos; me parece más inmediato de lo que pensamos. Al visitar ferias del libro sorprende o asusta a alguien con una formación como la mía que a los muchachos ya les es consustancial el hecho de prender la computadora, entrar, bajar, hacer y deshacer.

Los cambios que se han vivido en años recientes obligan a una nueva definición del concepto de libro, ya que el ofrecido por la Organización de las Naciones Unidas por la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) ha sido rebasado, subrayó Acosta, porque lo que hemos experimentado es que el libro es una gama de posibilidades infinita. Hoy es difícil concebir al libro según esa definición. No estoy seguro si Gutemberg haya imaginado hasta dónde podríamos llegar y lo que podremos avanzar. En la actualidad la definición de la UNESCO es poco sostenible, porque habla de la publicación impresa, y que esto se traslade a una pantalla aumenta esa riqueza.

Otro tema fue el de los nativos digitales frente a los migrantes digitales y sus diferentes formas de concebir el libro, así como las posibilidades que se abren ante la llegada de los e-books, entre ellas la de tener gran número de títulos en un pequeño dispositivo. El gancho para que el público adquiera estos dispositivos es justamente el bajo precio de los libros electrónicos, sin embargo, una vez que estén posicionados el precio subirá, y mucho, dijo Norma Bautista.