Texaco, adquirida luego por Chevron, fue demandada hace 16 años por unos 30 mil pobladores, quienes denunciaron que fueron afectados por daños al medio ambiente causados por la trasnacional con prácticas contaminantes mientras operó en Ecuador (1964-1990). Los inconformes exigen 27 mil millones de dólares como indemnización.

Durante décadas de explotación en la Amazonia, Texaco dejó más de 17 mil millones de galones de crudo derramado, 917 depósitos con tóxicos, deliberadamente arrojó 18 mil millones de litros de desechos tóxicos y se estima que más de mil 700 personas han muerto por esa causa, según la denuncia.

Posterior a esa querella, Chevron-Texaco demandó al gobierno por supuesto incumplimiento de contrato en una corte de arbitraje en Holanda.

Un tribunal de Estados Unidos dijo que la petrolera debe someterse a los tribunales ecuatorianos en la demanda por daño ambiental.

El actual gobierno de Ecuador sostiene que una de las motivaciones de la demanda impuesta por la petrolera es evadir la responsabilidad que debe enfrentar en tribunales ecuatorianos por la acusación de daños ambientales en las comunidades locales.