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Proyectan por primer vez en México la obra completa del realizador alemán

Hollywood tiene muchos huecos; nosotros debemos llenarlos: Kluge

Seguiría haciendo películas de autor si estuviera con Herzog y Fassbinder, comenta en videoconferencia

No importa el medio, para un cineasta es suficiente con amar este arte

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Kluge es uno de los pioneros del Nuevo Cine Alemán
 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de marzo de 2010, p. 8

La obra completa de Alexander Kluge, uno de los pioneros del Nuevo Cine Alemán, se exhibe por primera vez en México hasta el 27 de abril próximo, en un ciclo que se realiza en la Cineteca Nacional, en coordinación con el Instituto Goethe.

Mediante una videoconferencia, el director alemán dijo: “Más que hacer teoría sobre el cine me gusta trabajar; estoy por terminar una serie de películas sobre el frío. Theodoro Adorno, mi gran maestro, decía que había que trabajar sobre las corrientes del frío en el mundo.

Es un proyecto de 30 películas, de tres horas cada una. Veremos cómo venimos desde la era glaciar, en la que descubrimos que lo más importante de nuestros sentimientos, de nuestras emociones, tiene que ver con distinguir entre el calor y el frío.

El ciclo de Kluge está integrado por 17 largometrajes, 16 cineminutos y 120 programas de televisión. Además, Rainer Stollmann, doctor de la Universidad de Bremen y especialista en la obra del realizador, impartirá una conferencia y presentará tres de los programas.

Alexander Kluge (Halberstadt, Alemania, 1932) comenzó su carrera como ayudante del legendario director Fritz Lang. A pesar del éxito de Una muchacha sin historia (1966), seguido de su segundo largometraje, Artistas en el circo: perplejos (1967, que al año siguiente recibió el Gran Premio en el Festival de Venecia), el realizador sufrió mucho más que otros directores ante las condiciones difíciles que implicaba filmar. En su obra siguió una línea de bajo perfil, como si quisiera apartarse del éxito que lo envolvió en sus inicios.

La imaginación remplaza a los grandes capitales

Sus cintas El gran lío (1971) y Willi Tobler y la caída de la sexta flota (1972) remplazaban con imaginación los grandes capitales para producción (de los que carecía): pequeños destellos de ciencia ficción en los que la guerra imperialista tenía de escenario el espacio. Estos trabajos fueron prácticamente desconocidos, excepto para los directamente involucrados y el público de los festivales. En 1973 regresó triunfal a la cinematografía con Trabajo ocasional de una esclava.

Acerca de la condición ontológica de ser cineasta, Kluge precisó: En teoría todos pueden serlo, siempre y cuando tengan una cámara. El hecho de que ahora todos puedan serlo se lo debemos a la Revolución Francesa, pero una cosa es cierta, la película que tenemos en la imaginación es individual, y para hacerla se necesita de algo más, lo voy a decir así: cualquier persona es capaz de nadar, pero, por ejemplo, yo no me atrevería a cruzar el Atlántico nadando para llegar con ustedes, tampoco surfeando. Haría una lanchita o lo que es mejor, un buque de vapor, pero necesitaría un capitán y una tripulación. Si alguien tienen una cámara y a personas que lo ayuden a su alrededor, sí puede ser cineasta. Además, requiere del contacto con otros directores que ya han hecho películas, o sea, entra en juego la historia cinematográfica; tendría que ser profesional.

La extraordinaria ironía ácida de Kluge, así como su habilidad para las más sorprendentes asociaciones y experimentos conceptuales lo hacen uno de los pocos cineastas alemanes capaces de realizar una comedia sofisticada. De alguna forma intentó hacer esto en Ferdinand, el radical (1976), y al mismo tiempo, quería demostrar que era capaz de llegar a un público mayor respecto de los intelectuales que lo seguían siempre.

Sin embargo, el filme enfrentó problemas financieros y fracasó, debido en buena medida a las intenciones contradictorias que estaban involucradas en él. En la cinta Kluge narra por primera vez una historia continua, concreta y posible en todo momento.

A finales de los años 80 del siglo pasado, sus filmes tuvieron muchos problemas de distribución en su país, debido a la presión comercial y a la preferencia del público por la estética visual perpetrada por Hollywood.

El trabajo más reciente de Kluge en el cine es Miscelánea de noticias (1986), colección de filmes sólidos y autosuficientes, distintos en duración, pero cuyo contenido mezcla la ficción y el documental; esta cinta marcó la despedida del realizador de la industria cinematográfica alemana. Desde entonces hace programas para la televisión privada sobre la historia y el presente del cine, la ópera y otras disciplinas artísticas y culturales.

Sobre su percepción actual del cine, Kluge mencionó: Tenemos muchos temas en el planeta para filmar, para hacer películas. Yo específicamente estoy por iniciar una sobre la existencia de la vida fuera del sistema solar.

Acerca de Hollywood, señaló que tiene muchas lagunas. “Nosotros debemos tener respuestas a esas lagunas. Este año hubo tres películas que admiro: La banda blanca, de Michael Haneke; Bastardos sin gloria, de Quentin Tarantino, y Avatar, de James Cameron, que me desconcertó mucho. Sin embargo, creo que a Hollywood le queda mucho más qué contar; tiene más huecos que contenido”.

Nuevas tecnologías

En relación con su trabajo para la tv comentó: “La única manera de mantener vigente la calidad de los filmes antiguos (y la imaginación que originó la cinta) es trasladándolos a las nuevas tecnologías de forma real y tangible... Siempre es necesario reflejar en los medios los hechos importantes del mundo sin distorsionarlos.

Para el cineasta no se trata de si le gusta ver televisión o le apasiona el medio, para él es suficiente con amar el arte del cine... lo veo como seguir trabajando en el cine, porque las películas que hago para televisión después se proyectan en una sala, pero en versión corta.

El cinerrealizador agregó: Seguiría haciendo películas de autor si estuviera con Werner Herzog o Rainer Werner Fassbinder, o si Jean-Luc Goddard estuviera joven y vigente... Es más interesante para mí estar con quienes trabajan en Internet, si me pidieran identificar a un genio actual del séptimo arte, sospecho que estaría en el futuro de la red; de esa manera es posible que regresen muy buenas películas a las salas; porque las cintas que continúan la historia cinematográfica en pocos casos llegan a esos sitios.

Para horarios y mayores detalles sobre el ciclo, consultar la página www.cinetecanacional.net.