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Ver día anteriorDomingo 21 de marzo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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A la mitad del foro

Política cuaresmeña

D

e los cuatro, uno guardó silencio. Daniel Karam escuchó los reclamos triunfalistas de Ernesto Cordero, Gerardo Ruiz y Javier Lozano, calló y guardó sus papeles. Hubo quienes atribuyeran el silencio atribulado a la sombra de los niños de Hermosillo. Pero las cuentas del secretario de Trabajo no cuadran con las del IMSS. Las cuentas alegres del de Hacienda contrastaron con lo dicho sobre la persistencia de ciertos elementos de inquietud; la necesidad de generar prosperidad económica y bienestar social a un ritmo acelerado, lo cual sólo será posible si avanzamos en la agenda de reformas estructurales que requiere el país.

Agustín Carstens lanzó su cuarto a espadas: la crisis que vino de fuera, persiste, amenaza todavía, se prolonga, retrasa la recuperación festinada por el Ejecutivo y sus jóvenes turcos, el empleo no alcanza todavía los niveles de 2008 por culpa de factores internos. Reflejos de los sofismas de Javier Lozano: ¿Qué prefieren... trabajar tres días a la semana en un centro turístico o que no haya empleos? Ni hablar: es mejor rico y sano que pobre y enfermo. Mienten quienes aseguran que la reforma laboral propuesta favorece el interés de los patrones, pregona el profeta poblano de la productividad. Nada dice de abandonar la tutela de los trabajadores. Pero ahí queda el outsourcing y la clase obrera irá al paraíso en el corto plazo, porque se extenderá el lapso mínimo para tener derecho a la reinstalación.

Se requeriría más de un año en el empleo para adquirir ese derecho, dice el prócer de la productividad: ...hablar de una reinstalación es porque se tienen las suficientes raíces en esa empresa para poder exigir que se le regrese a su puesto de trabajo. Por ahí llaman regresiva a la susodicha propuesta. También hubo alegres tecnócratas que llamaron nostálgicos del nacionalismo revolucionario a los del cardenismo desprendido del tronco del PRI. La intención es liquidar el sindicalismo. Hablar de esas raíces evoca a los peones acapillados del porfiriato, las criaditas que envejecían al servicio de la gente decente. Pero la clase obrera va al paraíso: Felipe Calderón asegura que respetará el espíritu del 123, se declara en favor del derecho de huelga, de la contratación colectiva y de la autonomía sindical.

¡Casi nada! A lo mejor por eso le aplaude desaforadamente Joaquín Gamboa, líder de la CTM, dirigente vitalicio de la gerontocracia sindical. Ahí no creen en la fatalidad del largo plazo al que aludía Keynes. ¿Lozano para presidente? Daniel Karam guardó silencio mientras el del Trabajo decía que ya se recuperaron los empleos perdidos en 2008 y 2009. La terca realidad establece que, según datos del IMSS, en lo va del sexenio se han creado únicamente entre siete y ocho por ciento de los empleos permanentes requeridos. Y los patrones, los del dinero y la raigambre patronal han dicho, una y otra vez, que necesitamos generar un millón de empleos formales por año para no ahondar el hoyo negro del desempleo en la era del bono demográfico. De los 3 millones 291 mil 653 puestos adicionales que necesitamos, se han creado 258 mil 707 trabajos permanentes en lo que va del sexenio.

¿Cordero para presidente? La recuperación económica está en curso, dice el carismático cuaresmeño. Si la realidad no está de acuerdo, peor para la realidad. Ya no está frente a los muros del Kremlin Vladimir Ilich. Y el secretario de Hacienda condiciona el curso favorable a las reformas estructurales que pregona su jefe y por las que claman los dueños del dinero. ¿Cómo van a sumar los votos necesarios en el Congreso de la Unión y en los congresos locales de la República federal, laica, democrática y representativa? No pasarán. Dice el PRI. Y los del PRD gritan su oposición a la reforma laboral. Ambos han desechado el decálogo calderoniano que motivó el manifiesto contra la generación del No. Los abajo firmantes incluyeron las coincidencias de las propuestas priístas y perredistas en la segunda carta a Cronos. ¿Jorge Castañeda para presidente?

Ya ni el antiguo instructor y canciller de Vicente Fox cree posible esa candidatura independiente. Aunque la era del espectáculo redujo a nada la distancia que imponía Charles de Gaulle a la imagen del poder, para que la confianza y la cercanía no redujeran su estatura a la del Mago de Oz. Hoy Carlos Navarrete aparece en la lista de aspirantes a la Presidencia. En el PRD cambiaron su primogenitura por un plato de lentejas. El PT acabó por aceptar el papel de pajecillo de doña Xóchitl Gálvez que anda en pos del gobierno de Hidalgo. Donde dice la candidata de la coalición PAN-PRD-Convergencia-PT: No voy a gobernar como Vicente Fox. Será por la desmemoria del Macabeo abajeño que condena las coaliciones hechas con el mismo pragmatismo que las acordadas cuando él dejaba encargado a otros el trabajo de Los Pinos.

Larga la Cuaresma y no hay para pescado. Pablo Gómez exige trato laico para los curas católicos que ya tienen derecho a votar y no ejercen el de ser votados porque se los prohíbe la Ley Canónica. Lo que la ley de la tierra les prohíbe, intervenir en política, en favor o en contra de candidato o partido alguno, ya lo hacen con la soberbia de quien proclama como verdad única que la ley de Dios está por encima de las del hombre, las del poder constituido. ¿Norberto Rivera para presidente? ¿O Pablo Gómez para jefe de Gobierno del Distrito Federal? ¡Los demonios están sueltos! dijeron en 1994. Los de este año, son demonios chocarreros.

Por eso coincide en primeras planas el intercambio de votos de confianza, sonrisas y elogios de Beatriz Paredes y Enrique Peña Nieto, con la reivindicación de Fernando Gómez Mont de su papel de enlace del Ejecutivo: No tengo ninguna vergüenza del trabajo político que he hecho para construir acuerdos entre los actores políticos. Y en Guasave declaran candidato único del PRI a Jesús Vizcarra, mientras César Nava entona el niño perdido y sigue con la tambora las condiciones impuestas por Mario López Valdez, el afamado Malova, para abandonar el PRI. Jesús Ortega baila al son que le toquen. Por eso lamenta Cuauhtémoc Cárdenas el empequeñecimiento del PRD, la caída libre a partido testimonial.

Y Andrés Manuel López Obrador repudia y rechaza toda alianza con el PAN. Y con el PRI, añade el de Nacajuca. El PT, último de los fieles, se integró a la coalición cesariana en Hidalgo y reafirmó su posición en Durango y en Oaxaca. Pero en la vieja Antequera, Ulises navegó las tormentas y moviliza sus fuerzas. Veracruz es bastión liberal, refugio de Juárez y de Carranza. Ante la coalición a medias, cantan los del PRI el son festivo sobre áriles y más áriles/ áriles de aquel que fue/ a darle agua a su caballo/ y se le murió de sed.

Fin de semana largo en las tristezas cuaresmeñas, para trasladar a lunes el día feriado y poner velos morados sobre el natalicio. Y el 18 de marzo en Tula, con solitaria mención de Lázaro Cárdenas a cargo de Carlos Romero Deschamps, el del sindicato amagado, amenazado por la derecha y despreciado por las izquierdas dispersas que prefieren desaparecer a golpe de yunque que unirse con los del antiguo oficialismo para sobrevivir.

Ciudad Juárez se niega a morir. De Tijuana a Matamoros se impone la violencia. No hay imperio de la ley, aunque duela que lo diga la señora Napolitano. Larga Cuaresma, tristes días de guardar.