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Al menos 30 disidentes caminan varias cuadras rodeadas por una valla de agentes

Protege la policía cubana marcha de mujeres opositoras al gobierno

Cientos de habaneras simpatizantes del proceso revolucionario repudian a las Damas de Blanco

Las manifestaciones contrarias al Ejecutivo son una provocación, asegura la televisión oficial

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Mujeres simpatizantes del gobierno se manifiestan en La Habana contra las Damas de BlancoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 19 de marzo de 2010, p. 24

La Habana, 18 de marzo. El choque de mujeres manifestantes opositoras y oficialistas se repitió hoy en el casco antiguo de la ciudad, esta vez con una diferencia: una fuerza policial combinada de civiles y uniformados mantuvo separados a los dos grupos y permitió que la marcha original de las Damas de Blanco cumpliera todo su recorrido, durante cerca de una hora y media.

Tuvieron un poco más de cuidado, dijo a la prensa Berta Soler, esposa del prisionero Angel Moya. Fue un acto de repudio, que siempre es agresivo, pero bajaron un poquito la parada.

Un compacto pelotón de civiles se convirtió en una impenetrable valla de vanguardia, que fue abriendo paso a las opositoras. La fila de una treintena de manifestantes quedó rodeada de agentes de paisano y terminó custodiada en la retaguardia por un bloque de hombres y mujeres uniformados, tanto policías nacionales de azul y gris, como efectivos del Ministerio del Interior en verde olivo.

Fuera del anillo de seguridad, cientos de mujeres oficialistas lanzaron consignas y a veces imprecaciones contra las de blanco, sin que hubiera violencia física durante el trayecto de cerca de tres kilómetros y medio.

Pero el bulto de marchistas y vigilantes, más el despliegue de seguridad a lo largo del recorrido, más los curiosos que acudieron por las más diversas causas, más la prensa extranjera, que hacía su propia nube exterior a la caminata, más dos autobuses de la policía y una ambulancia que remataba la columna, terminaron por sacudir ruidosa y ostensiblemente la rutina de media mañana de un buen tramo de La Habana colonial.

Por eso quizás haya sido esta la movilización opositora que más se ha conocido directamente entre la población, pese a que los gritos a favor del gobierno prácticamente dominaron la caminata.

Cuarto día de movilizaciones

El ambiente en torno a las Damas de Blanco estaba cargado desde ayer, cuando la policía interrumpió la marcha y las obligó a salir en autobuses del barrio periférico de Párraga. Por la noche, la televisión dijo que esas acciones contrarias al gobierno eran provocaciones y anunció respuestas.

Las opositoras cumplieron hoy su cuarto día de movilizaciones en demanda de la liberación de sus esposos o familiares, integrantes del grupo de los 75 detenidos en una redada hace siete años. Como han hecho estos días, las Damas de Blanco fueron a misa, esta vez al templo de la Virgen de la Merced.

Al salir del templo iniciaron la caminata. La nutrida e insólita concurrencia en ese lugar de hombres con audífono compacto, rápidamente se convirtió en la custodia disciplinada. Tres cuadras adelante surgieron las partidarias del gobierno y formaron filas, adelante y a los lados de las opositoras.

La columna mezclada logró avanzar por Cuba, una calle muy estrecha, de las de vieja traza, donde hay oficinas públicas. Dobló por el bulevar peatonal Obispo, repleto de tiendas y restaurantes; salió a la explanada frontal del Museo de Bellas Artes, cruzó el Parque Central y terminó en Neptuno, una vieja arteria comercial.

La policía de tránsito y los agentes de civil detuvieron el tráfico. El trabajo virtualmente se detuvo durante el recorrido. Muchos empleados en puertas o ventanas de sus oficinas, vecinos en los balcones o transeúntes se sumaron a coros: ¡Esta calle es de Fidel! y ¡Pin, pon, fuera, abajo la gusanera! Otros observaron en silencio, igual que cientos de turistas que pululaban por la zona. Algunos diplomáticos, entre ellos uno de Estados Unidos, estuvieron en la misa y luego siguieron la marcha.

Las opositoras caminaron la mayor parte del tiempo en silencio, con gladiolas en las manos, pero en tramos rompieron en gritos de ¡Libertad!, ¡Vivan los derechos humanos!, Libertad de expresión!, y una que parece de factura mexicana: ¡Zapata vive!

Por supuesto, la alusión no es al revolucionario agrarista, sino al opositor preso el mes pasado tras una huelga de hambre.

Los bloques oficialistas se sumaban a la caminata, y otros se retiraban, en una especie de relevos. En Neptuno, la fuerza de seguridad formó una valla para que las Damas de Blanco regresaran a su cuartel general, la casa de Laura Pollán, esposa del preso Héctor Maseda. Este viernes irán a misa en la iglesia de la Virgen de la Caridad.