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Redes Sociales

El riesgo de ser localizable

Los anuncios que saben la ubicación del usuario son lucrativos, pero también polémicos

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Un visitante utiliza su teléfono celular en una valla del estadio olímpico de Vancouver, Canadá, el 1º de marzo pasado, un día después de la clausura de los juegos de inviernoFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Martes 16 de marzo de 2010, p. 25

La iniciativa tenía el propósito de llamar la atención sobre un asunto serio y lo logró. pleaserobme.com (algo así como robamicasa.com) es un sitio web simple, el cual publica información en vivo de los mensajes que aparecen en Twitter, para mostrar que los autores están fuera de su casa. Muchos mensajes vienen de usuarios de Foursquare, servicio que permite a las personas publicar su ubicación para que sus amigos sepan dónde están y las empresas puedan dirigir su publicidad hacia ellas. Los creadores de pleaserobme.com, que también alertan a víctimas potenciales, dicen que sólo querían destacar el hecho de que los usuarios de los llamados servicios basados en ubicación a menudo proporcionan información que a un ladrón le encantaría tener.

Aunque el sitio es un saludable recordatorio de los peligros de compartir más de la cuenta, no es probable que disuada a las personas de afiliarse a sitios que rastrean su ubicación. Éstos son pequeños aún en comparación con Twitter o Facebook, pero redes como Foursquare, que tiene 500 mil usuarios, y Loopt, que dice tener más de 3 millones, crecen con rapidez. También atraen dinero de fondos de capital de riesgo que calculan que pueden llegar a producir buenas ganancias. Una reciente investigación del bufete Juniper Research predice que los ingresos anuales de los servicios basados en ubicación podrían dispararse a 12 mil 700 mdd hacia 2014, cuando en 2009 fueron 3 mil mdd.

Dado que el mercado está en su infancia, tales estimaciones se deben tratar con precaución. Algunos veteranos de la industria tecnológica observan que en la década pasada se habló varias veces de servicios basados en ubicación en tiempo real que terminaron en desilusión. Pero hay buenas razones para creer que esta vez podría irles mejor.

Una es que hoy existe gran disponibilidad de teléfonos inteligentes con ubicación satelital, lo cual facilita a las personas difundir su ubicación. El ascenso de tiendas en línea con aplicaciones de fácil descarga, o apps, para esos teléfonos también anima a otros a experimentar con nuevos servicios, incluso los basados en ubicación. Y millones de personas se sienten a gusto compartiendo información personal mediante sus teléfonos, por medio de apps móviles que dan acceso a redes sociales como Facebook y Twitter.

Todo esto ha ayudado a dar nacimiento a varias nuevas empresas de servicios basados en ubicación. Algunas usan técnicas de mercado tomadas del mundo del juego para animar a las personas a entrar con frecuencia en sus servicios. Foursquare, que celebra su primer aniversario el 13 de marzo y ahora cubre la mayoría de las grandes ciudades del mundo, recompensa a las personas que registran su presencia en determinado café o restaurante con el título de mayor, lo cual las hace acreedoras, digamos, a una pizza o café gratis. En Gowalla, otra nueva empresa, se alienta a los usuarios a coleccionar cuantos souvenires digitales sea posible, visitando distintos negocios en una ciudad.

Los grandes consorcios también tienen propósitos para este mercado. El año pasado Google lanzó un servicio llamado Latitude, el cual permite a los amigos ubicar los movimientos de cada uno. El gigante de la búsqueda fue muy criticado al lanzar el servicio de red social Buzz, que también permite a los usuarios enviar mensajes con datos sobre su ubicación. Nokia ha adquirido empresas que ofrecen cartas geográficas y redes en línea. Muchos observadores creen que Apple planea ofrecer publicidad orientada geográficamente en su iPhone. En enero esa firma adquirió Quattro Wireless, especializada en publicidad en dispositivos móviles.

La oportunidad de ofrecer publicidad dirigida según la ubicación del usuario debe ayudar a ésa y otras firmas a ganar una rebanada (en el caso de Google, aumentar la suya) del enorme mercado de publicidad local. Pero puede que pase mucho tiempo antes de que los mercadólogos se adapten a la noción de enviar anuncios a los teléfonos, y los consumidores a recibirlos. Jeremiah Owyang, del grupo consultor Altimeter, puntualiza que muchos ejecutivos de mercadotecnia todavía tratan de hacerse a la idea de anunciarse en redes sociales, aunque éstas llevan mucho más tiempo que los nuevos servicios basados en ubicación, y ya cuentan con públicos numerosos.

Eso explica por qué algunos recién llegados tratan de ganar dinero convenciendo a las empresas de asociarse con ellos en promociones directas que recompensan a los clientes por acciones específicas, como otorgarles un cupón de descuento mediante la pantalla de su móvil si se registran en un lugar específico. Sam Altman, jefe de Loopt, dice que en estos días se da una especie de carrera armamentista entre firmas que desean convertirse en proveedoras de servicios basados en ubicación para las grandes cadenas de almacenes de Estados Unidos.

Los dos empresarios buscan sacar provecho de los datos de ubicación, y no es sorprendente que las empresas de inversiones (como Sequoia Capital y Greylock Partners) que han reclutado sus esfuerzos alardeen de su potencial. Pero para tener éxito, las empresas grandes y pequeñas tendrán primero que atender la creciente preocupación por asuntos de privacidad asociados con recabar información sobre los movimientos de las personas.

Esta cuestión comienza a atraer atención de los políticos. El año pasado un subcomité del Congreso de EU celebró una audiencia sobre las implicaciones del crecimiento de los servicios comerciales basados en ubicación. Entre las ponencias que recibió estaba la de una ONG llamada Centro para la Democracia y la Tecnología, el cual sostenía que las políticas de privacidad de las empresas que recaban datos basados en ubicación son irregulares en el mejor de los casos e inadecuadas en el peor.

Algunas empresas han hecho más que otras para instituir salvaguardias contra el abuso. Loopt, de la cual se rumorea que es un blanco potencial para ser adquirida por Facebook, ha agregado software que automáticamente vigila su servicio buscando pautas sospechosas de conducta. También envía recordatorios a los usuarios de que su ubicación se comparte y les permite publicar ubicaciones falsas si lo necesitan. Tales esfuerzos son admirables, pero no lo bastante extendidas para aplacar los temores de individuos preocupados, como los creadores de pleaserobme.com. Sin embargo, los ladrones que usen dichos servicios para elegir a sus víctimas tal vez todavía tengan que pensarlo dos veces.

Fuente: EIU

Traducción de texto: Jorge Anaya