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La que será la terminal ocupa una superficie de 60 hectáreas para talleres y andenes

La construcción de la línea 12 del Metro cambia el paisaje rural de Tláhuac

Conviven estructuras metálicas y máquinas pesadas con sembradíos, invernaderos, pollos y vacas

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Comienza a tomar forma el área de mantenimiento de la línea 12 del MetroFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de marzo de 2010, p. 38

A 15 meses de que comenzó su construcción, las áreas verdes de San Francisco Tlaltenco cedieron ante las estructuras metálicas y el concreto que dan forma a los talleres, la nave de depósito, el área de mantenimiento sistemático, de servicios generales y la terminal Tláhuac de la línea 12 del Metro, que en sus 230 metros lineales y 25 metros de ancho contará con tres carriles y dos andenes de abordaje.

Desde noviembre de 2008, mil 800 trabajadores de la construcción, técnicos e ingenieros llevan a cabo estudios de mecánica de suelo, de topografía, de medición, para determinar el tipo de cimentación y a qué profundidad se ubicará, a fin de evitar riesgos ante un posible sismo hasta de nueve grados y/o hundimientos diferenciales a que está expuesta la ciudad.

Las 24 horas del día, hombres y mujeres recorren los más de tres kilómetros de la zona de obra de la terminal –ubicada en una superficie de 60 hectáreas– para incorporarse a las labores de colado de la cimentación, construcción de las tres escaleras normales y dos eléctricas, así como de dos elevadores para discapacitados; el levantamiento de estructuras de las naves y el intertramo de Tláhuac a Tlaltenco, además de los acabados del taller, que tienen un avance de 40 por ciento.

En un recorrido por la obra, Rafael Griera Cerecedo, auxiliar técnico de ICA, empresa encargada de la construcción del tramo superficial que llegará hasta la estación Zapotitla, comentó que el paso de maquinaria pesada, camiones de volteo y tráileres con varilla o materiales diversos se ha vuelto común en la imagen rural de esta demarcación.

Los habitantes se han acostumbrado a vivir entre el ruido de los monstruos metálicos y el ir y venir de los trabajadores. Incluso entre quienes viven en la zona cercana al intertramo, donde emergen pequeños sembradíos, un invernadero, pollos, vacas y hasta caballos, utilizados para recorrer cortas distancias.

El proyecto va en tiempo, por lo que se estima liberar estas obras en los meses siguientes, para permitir a Alstom comenzar los trabajos electromecánicos y estar en condiciones de arrancar en abril de 2011 con la primera etapa de la línea 12, de Tláhuac a Atlalilco, que comprende una parte superficial y otra elevada, la cual estará a cargo del Grupo Carso.

El suelo de arcilla de alta compresibilidad que existe en esta zona de la ciudad, reconoció Griera Cerecedo, ha dificultado los trabajos, pero no ha resultado un obstáculo para avanzar en la construcción de la terminal, que ya tiene forma, así como de los talleres, la nave de depósito para 30 trenes y el área de mantenimiento sistemático, que será el cerebro de la línea dorada, la más grande de la red, con un total 25.1 kilómetros y 20 estaciones.

Además de las obras de la estación se trabaja en el área de estacionamientos y el Centro de Transferencia Modal, que, de acuerdo con la dirección del Proyecto del Metro, será concesionado a la iniciativa privada para la construcción de áreas comerciales y pago de servicios.

La construcción de la línea 12 del Metro no sólo ha cambiado la imagen rural de la zona, sino ha permitido a cientos de hombres y mujeres contar con una fuente de trabajo y ser partícipes de una obra muy importante en materia de transporte, señaló Ignacio Olvera, encargado de la obra. Trabajadores y vecinos reconocen que las molestias son constantes, pero son una contrariedad que vale la pena aguantar para contar con un servicio de primer mundo.