Discapacidad, no incapacidad

Sergio Aldama

Una inquietud me asaltó cuando me disponía a escribir este artículo. ¿Cómo hablar de personas discapacitadas? ¿Cómo seleccionar las palabras adecuadas: invidente, ciego, cieguito? No es fácil saberlo si no se tiene experiencia. A esto se refiere Juventino cuando cuenta: “En la calle escuchas al niño que pregunta a su mamá, ‘¿por qué el señor trae ese palito? y a ella que responde, es que está enfermito’”.

Juventino Jiménez es ciego, licenciado en Psicología Educativa e integrante del programa Letras Habladas de la uacm, creado este último para apoyar a estudiantes ciegos y débiles visuales en sus estudios de bachillerato y universidad. Dice: “la discapacidad visual no es una enfermedad, sino consecuencia de enfermedades como diabetes, retinosis, glaucoma, amaurosis, entre las más comunes, aunque también puede ser una condición de nacimiento”.

Sin embargo, son prejuicios que tenemos los que vemos. Por ejemplo, para Juventino, el término invidente está mal empleado en referencia a personas con discapacidad visual: “Si vidente es aquel que ve más allá, que tiene el don de predecir el futuro, entonces invidentes somos los que no podemos predecirlo; lo correcto es decir ciego y punto”.

Cuando se habla de discapacidad no es raro que se toquen fibras muy sensibles relacionadas con la discriminación. Cuenta: “Una vez, en la calle, cuando le pregunté a una señora si me ayudaba a parar un taxi, me contestó: ‘no tengo dinero’. ‘Perdón’, le dije, tratando de aclarar. ‘Que no tengo dinero, joven’, repitió. ¿Qué había entendido?, que me ayudara a pagarlo, no a pedirlo. En ocasiones la mente de las personas está predispuesta, asocian al ciego con el que pide dinero”. Lo mismo pasa con las caras de sorpresa que muchos ponen (ponemos) cuando ven a un ciego en el cine, el teatro, comprando una computadora, ropa, un teléfono; no creen (no creemos) que sea autosuficiente, inclusive dudamos de sus posibilidades económicas. La falta de conocimiento sobre la ceguera puede generar actitudes de discriminación.

En Internet continúa Juventino, “es increíble como cada día se va alejando la posibilidad de utilizar la red porque sus formatos tienen tanta publicidad que impiden una buena navegación. Hay que vencer dos barreras: la virtual y la real. Sigue habiendo mucha discriminación en nuestro país, no hay día en que no la haya; incluso, nuestro gobierno nos discrimina”.

Promover la integración y la inclusión de personas con discapacidad visual en bachillerato y educación superior es el objetivo fundamental de Letras Habladas; para ello se dedica a producir recursos necesarios: libros en braille –pocos, por el alto costo de realizarlos–, muchas transcripciones –más económicas– de textos escritos a audio, digitalizando y poniendo en formato mp3 cualquier libro o archivo de carácter académico que soliciten estudiantes ciegos de la uacm o de cualquier otra institución pública o privada; además, les ofrece talleres y asesorías para el uso de la computadora con lector de pantalla IOS*.

Otro de sus fines es sensibilizar, educar a la comunidad universitaria y a toda persona interesada para que conozcan y comprendan la discapacidad, asumiendo la convivencia con pleno respeto a los derechos humanos, para distinguir al ser humano por sus logros y no por sus discapacidades.

Atento a nuestra conversación, Fermín Ponce, también ciego y pasante de la licenciatura en Historia, interviene: “La idea es romper ese estigma, como lo señala Erving Goffman en su libro que así se llama, Estigma: al ciego que trabaja en una oficina constantemente le preguntan qué hace ahí, por qué no aprende un oficio, asiste a una escuela o trabaja en un centro para ciegos. A lo que siempre responde: ‘Yo no quiero ser ordinario, yo quiero hacer lo que me gusta’. Y resume: ‘Eso es lo que nosotros buscamos, hacer lo que nos gusta’. En un mundo hecho por videntes para videntes, el ciego tiene que adecuarse a un mundo visual”.

Juventino y Fermín se alternan para concluir: “Nuestro sueño es que cada vez más ciegos se incorporen a las aulas de distintas carreras, tanto de la uacm como de otras universidades que vienen a solicitar nuestro apoyo. Ver que estos mismos alumnos estén en una sala donde su voz y su decisión sean importantes, verlos impartiendo clases en una escuela, leyendo y escribiendo cosas interesantes. Romper la perspectiva que hace ver al ciego sólo como discapacitado y en situación precaria, para verlo como profesionista, ingeniero, historiador, matemático, escritor, un ser pensante y crítico”.

Sergio Aldama es estudiante del último año de la licenciatura de Comunicación y Periodismo de la FES Aragón, UNAM.

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* IOS: siglas en inglés para sistema operativo de interconexión de redes.

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