Soweto/Durvan. Mientras el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, aseguró que Sudáfrica está lista para organizar el Mundial de Futbol de 2010, aunque para lograrlo fue necesario meter algo de presión a las autoridades, un reportaje de Dpa asegura que todavía hay mucho trabajo por delante y pocos beneficios para repartir entre los más pobres del país. La mayoría de los 130 mil empleos creados por el certamen fueron no calificados o semicalificados, y una buena parte ya fue despedida y volvió al desempleo calculado oficialmente en 23.4 por ciento. La inseguridad se suma a los altos precios en hoteles y restaurantes, de allí que muchos preferirán no viajar. Otras miles de personas han sido desplazadas para dar paso a los patrocinadores oficiales como McDonald’s, entre otras cadenas.