El escrito cubano será rememorado en su centenario

La poesía, algo más misterioso que
una dedicación: José Lezama Lima

El autor de la novela Paradiso es una de las figuras esenciales en la literatura del siglo XX cubano. En honor del narrador, la ferá de minería realizará varias actividades


Foto de José Lezama Lima, tomada de Internet

FABIOLA PALAPA QUIJAS

José Lezama Lima, uno de los escritores más influyentes del siglo XX cubano, en un diálogo con autores como Tomás Eloy Martínez, Eugenia Neves, Jean-Michel Fossey, Margarita García Flores y Juan Miguel de Mora, explicó su incursión en la edición y la literatura:

“A mí nunca me ha interesado publicar sino hacer, como aquel noble inglés que escribía sus poemas en papel de cigarrillos y después se los fumaba y exclamaba: lo interesante es crearlos. Uno nunca se dedica a la poesía. La poesía es algo más misterioso que una dedicación, pues yo le puedo decir a usted que cuando mi padre murió yo tenía 8 años, y esa ausencia me hizo hipersensible a la presencia de una imagen. Ese hecho fue para mí una conmoción tan grande que desde muy niño ya pude percibir que era muy sensible a lo que estaba y no estaba, a lo visible y a lo invisible.

“Yo siempre esperaba algo, pero si no sucedía nada entonces percibía que mi espera era perfecta y que ese espacio vacío, esa pausa inexorable tenía yo que llenarla con lo que al paso del tiempo fue la imagen. Por eso la poesía ha sido en mí siempre vivencial, alrededor de una pausa, de un murmullo, se iba formando la novela imagen, yo iba reconstruyendo por la imagen los restos de planetas perdidos, de zumbidos indescifrables”.

Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos, Lezama compendió su vida en el amor a los libros.

Durante la versión 31 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, se realizarán varias actividades para conmemorar el centenario del natalicio del escritor José Lezama Lima (La Habana, 19 de diciembre de 1910, 9 de agosto de 1976).

La obra de Lezama está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Logró anticiparse con su escritura a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones.

Promotor de revistas, supo congregar en torno suyo a poetas, como Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera y Octavio Smith, entre otros. Su amistad con el poeta y sacerdote español Ángel Gaztelú (1914), contribuyó a la formación de su mundo espiritual.

Sobre su proceso creativo y estilo, Lezama llegó a explicar que siempre le interesó “penetrar en el mundo oscuro que me rodea. No sé si lo he logrado con o sin estilo, pero lo cierto es que uno de los escritores que me son más caros decía que el triunfo del estilo es no tenerlo.

“El estilo se forma como una de las resistencias del tiempo frente a un escritor. No sé si tengo un estilo; el mío es muy despedazado, fragmentario: pero en definitiva procuro trocarlo, ante mis recursos de expresión, en un aguijón procreador.”

Su primer libro de poemas fue Muerte de Narciso (1937), y con él emplaza al lector frente a una situación límite de la realidad de cuyo desmantelamiento surge otra realidad artísticamente potenciada y reconstruida dentro de una fascinante y barroca mitología. Siguen, entre otras obras poéticas, todas influidas por el estilo rico en metáforas y lleno de distorsiones de Góngora, Enemigo rumor (1941), Aventuras sigilosas (1945), Dador (1960) y Fragmentos a su imán, publicado póstumamente en 1977, en las que sigue demostrando que la poesía es una aventura arriesgada.

En 1966 publicó la novela Paradiso, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos La cantidad hechizada (1970). Oppiano Licario es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma el título.

Lezama Lima ha influido inmensamente en numerosos escritores hispanoamericanos y españoles, algunos de los cuales llegaron a considerarle su maestro, como es el caso de Severo Sarduy.