Una vez más se buscará seducir a miles de personas mediante la lectura y la poesía

Comienza la fiesta editorial “convertida
en un clásico de la ciudad de Mexico”

El reto es brindar una experiencia única, catártica e inolvidable que cambie la vida de los visitantes, adelanta Fernando Macotela, director del encuentro

MÓNICA MATEOS-VEGA


ENTREVISTA A FERNANDO MACOTELA DIRECTOR DE LA FERIA DEL LIBRO
EN EL PALACIO DE MINERIA, FOTO LUIS HUMBERTO GONZALEZ

La Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería (FILPM) comienza su versión 31 convertida ya en “un clásico de la ciudad de México”, sin temor a la competencia que podrían representar otros encuentros libreros y, más que nunca, derrumbando mitos como: “nadie lee”, “no gusta la poesía”, “no se entiende la ciencia” o “la historia es aburrida”.

En la fiesta de los libros que cada año se realiza en febrero en el espléndido inmueble ubicado en Tacuba 5, en el Centro Histórico, miles de personas (muchos de ellos jóvenes universitarios) acuden puntuales a buscar qué leer, se dejan seducir por la poesía, abarrotan las conferencias sobre ciencia y se entretienen con el debate en torno a la historia.

Así lo narra Fernando Macotela, quien cumple ya una década como director de una feria que “se ha ganado ya su lugar, es respetada, gracias a la labor de 20 años de quienes estuvieron antes que yo. Es decir, el éxito del encuentro habla de una gran voluntad administrativa y política de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde hace seis o siete años trabajamos con números negros”.

El año pasado recibieron 120 mil visitantes, en esta versión esperan, al menos, la misma cantidad, si bien el funcionario explica que el máximo histórico de personas que han acudido a Minería es de 132 mil, cifra que bajó debido a que tuvieron problemas de logística en cuanto a la venta de las entradas.

“No teníamos permitido vender boletos fuera del inmueble, entonces debíamos poner una ventanita y se hacían unas filas enormes que llegaban hasta la calle de Madero. Pero ese problema está superado desde hace un par de años, las autoridades capitalinas comprendieron perfectamente la situación y nos permitieron instalar más taquillas. Ya no hay tumultos para entrar a la feria”, explica.

Más de un millar de actividades

La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana reconoce que la FILPM es “una joyita”, añade Macotela, “pues, dicen, es a la que acude gran parte de la intelectualidad nacional. Pero además de las grandes personalidades (este año vendrán los tres ganadores de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2009), hemos conseguido que las editoriales se vuelvan más objetivas con la presentación de sus actividades”.

Había quienes querían presentar en la feria todo su fondo editorial, “apartaban, por ejemplo, quince horarios en La Capilla, que es un auditorio grande, para presentar libros sobre la cría del cerdo. Afortunadamente los expositores han sido muy generosos y comprendieron que libros como ésos pueden presentarlos, sí, pero en un auditorio más pequeño, para un público más especializado”.

De 200 actividades que se presentaban en un principio, la feria ofrecerá ahora mil 90 (el año pasado fueron 888), razón por la que se ha aumentado de nueve a 12 los espacios donde se realizarán desde conciertos hasta presentaciones de libros, recitales, lecturas, conferencias, debates y mesas redondas.

Si en ediciones anteriores, al tratar temas como el genoma o la evolución, el público asiduo a Minería demostró gran interés por la ciencia, ahora no se sentirán defraudados ante el ciclo de conferencias en torno a la biodiversidad y sus implicaciones en la vida cotidiana, organizado por los institutos de Ecología y Biología de la UNAM, adelanta el director de la feria.

También se realizará un ciclo de mesas redondas acerca de la crisis económica, coordinado por Rolando Cordera, en colaboración con la Facultad de Economía y el Instituto de Investigaciones Económicas, también de la UNAM; y se presentarán varias actividades relativas a las efemérides patrias de 2010, con énfasis en la Independencia.

“Lo primordial al elegir la programación es que se trate de actividades entretenidas, en el sentido más noble de la palabra, pues esto es, precisamente, lo que significa una feria”, puntualiza Macotela.

La Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería será la anfitriona del encuentro literario Algún día en cualquier parte: bicentenario: letras de Chile y México en el que participarán alrededor de 40 escritores de ambos países (Sergio Pitol, Rubén Bonifaz Nuño, Carmen Berenguer, Hernán Lavín Cerda, entre otros) y que será inaugurado por Carlos Fuentes.

“En particular, en la feria nos proponemos mostrar lo nacional, aunque recibimos a todos. Al final nuestro máximo propósito es brindar una experiencia única, catártica, inolvidable, que, de una u otra manera, le cambie la vida al público que nos visita”, concluye Fernando Macotela.

(La FILPM se desarrollará del 17 al 28 de febrero.)