Sociedad y Justicia
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La violencia, por motivos políticos e ideológicos, señala en informe

UNESCO: alarman ataques en escuelas y a alumnos de 32 países

México forma parte de esa naciones expuestas por la lucha antinarco

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En México los ataques armados de la delincuencia organizada y de fuerzas militares ya alcanzaron a alumnos y maestros debido a la lucha antinarcoFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 41

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) está alarmada por el aumento en varios países de ataques contra profesores, alumnos y escuelas, a manos de grupos armados y de fuerzas militares por motivos políticos o ideológicos. México, en el contexto de la lucha contra el narcotráfico, forma parte de un grupo de 32 naciones que enfrentan esos ataques.

En el informe La educación, víctima de la violencia armada 2010, el organismo señala que la ocupación de escuelas ha sido un problema no sólo en conflictos convencionales sino también en lugares en los que se libran guerras contra narcotraficantes.

Este es el caso de México y Brasil, dijo el británico Brendan O’Malley, autor del documento.

Presentado en Nueva York y distribuido aquí por la sede UNESCO, el informe da cuenta de hechos perpetrados entre enero de 2007 y julio de 2009 contra el sector de la educación en alrededor de 32 países. De manera paralela, se reporta también que casi 250 mil niños en el mundo son soldados.

La UNESCO advierte en diversas naciones un crecimiento alarmante de la violencia en contra de docentes y centros educativos, y plantea la necesidad de proteger la educación y, a su vez, profundizarla como forma de ayuda en los puntos de mayor conflictividad.

En el caso particular de México y la lucha contra el narcotráfico, en el anexo del informe se da cuenta de los casos de Ciudad Juárez, Chihuahua; en el estado de Durango, y San Miguel Cópala, Guerrero. En el primero, en noviembre de 2008 una banda de narcos amenazó a profesores de seis planteles con secuestrar a los alumnos si no entregaban dinero. Varias de las escuelas decidieron evacuar a todos sus estudiantes y cerraron por tres o más semanas, dice el documento de 11 capítulos y 243 páginas.

En el segundo caso, se reporta que el 17 de marzo 2009, en la región Triqui de San Miguel Cópala, fueron encontrados en el Colegio de Bachilleres número 83 una veintena de cartuchos de alto calibre, después de un asalto armado en la comunidad. Continuaron los ataques atribuidos a la Unión de Asistencia Social de la Región Triqui –grupo paramilitar– obligando a varios centros de educación secundaria y bachillerato a suspender sus clases durante abril del año pasado.

A menudo, los grupos insurrectos toman como blanco a las instituciones docentes con el ánimo de atacar al Estado y, a la inversa, algunos estados y organizaciones paramilitares tratan de silenciar a oponentes, reales o supuestos, ejerciendo violencia contra los universitarios en particular, dice el reporte de la UNESCO.

Education under attack 2010, título en inglés del documento, es el segundo estudio de la serie dedicada a este tema. El primero se publicó en 2007. Advierte que todavía hace tres años este fenómeno no era muy conocido.

Sin embargo, concluye que los organismos de Naciones Unidas, las agrupaciones no gubernamentales y la opinión pública internacional están cobrando paulatinamente conciencia del carácter recurrente que tienen estos ataques contra el sector de la educación.

Es obvio que no constituyen fenómenos excepcionales o aislados. El estudio pone de relieve que las destrucciones de escuelas y los asesinatos de profesores y alumnos no son obra exclusiva de los partidarios de los talibanes en Afganistán o en Pakistán, que perpetran estos actos de violencia para impedir la educación de las niñas y las jóvenes, dice el organismo multinacional.

En el periodo analizado, se cometieron actos de violencia en por lo menos 32 países, entre ellos Etiopía, Irán, Irak, Kenya, Israel, Filipinas, Tailandia y Burundi. De América Latina están, además de México, Argentina, Brasil, Guatemala, Colombia, Haití, Honduras y Venezuela.

Respecto a los niños soldados, que alcanzan la cifra de 250 mil en todo el mundo, el reporte indica que los secuestros de niños en contextos de conflictos armados suelen tener por objeto su enrolamiento forzoso en fuerzas combatientes, y los raptos de niñas se perpetran con la finalidad de someterlas a la esclavitud.