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Con esta victoria Jesús Ramírez festejó su primer año al frente del cuadro de Coapa

Amplió América a 16 partidos su dominio sobre el Cruz Azul

La Máquina sigue sin funcionar; Yosgart Gutiérrez, el encargado de defender la meta celeste

Los jugadores saben que no están cumpliendo: Enrique Meza

El estadio Azteca no se llenó

 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 2

Con marcador de 2-0, América demostró una vez más tener control sobre el que ya hizo su cliente favorito, Cruz Azul, al cumplirse el primer año de Jesús Ramírez como técnico del cuadro de Coapa, en duelo que durante toda la semana se estuvo calentando con declaraciones, amenazas y advertencias que se lanzaron los protagonistas.

Las anotaciones fueron del capitán Pável Pardo, al minuto nueve, en vistoso cobro a balón parado, y del chileno Jean Beausejour, al 52, para que el América ampliara a 16 duelos su hegemonía sobre los Cementeros.

Las Águilas se ubicaron en el cuarto sitio del grupo dos, con nueve puntos, mientras La Máquina, que sigue sin funcionar y con el peligro latente de descarrilarse, se quedó en el quinto lugar del tercer sector con cuatro unidades, en la quinta jornada del torneo Bicentenario 2010.

En el Día de la Amistad, hasta los acomodadores en el estacionamiento del Azteca vendieron boletos de cualquier palco a precios de promoción, sobre todo para quienes llegaban en pareja con camisas del mismo color o de escuadras diferentes. Hubo precios desde 250 hasta 400 o 500 pesos, pero el estadio no se llenó.

Desde el primer instante los equipos demostraron tener hambre de quedarse con la victoria, al hilvanar llegadas, como la de César Villaluz, a quien Guillermo Ochoa ganó el esférico; momentos después Rosinei Adolfo soltó un obús que obligó al portero Yosgart Gutiérrez (quien sustituyó a Jesús Corona) a estirarse para desviar con las uñas.

Al minuto siete, el silbante Jaime Herrera marcó una falta en la media luna de La Máquina, tardó en poner orden y colocar la barrera, de tal suerte que dos minutos después Pardo cobró con chanfle; envió el balón por encima de la pared azul, de donde intentó desviar con un salto el brasileño Edcarlos Conceiçao, pero de nada sirvió, porque el esférico llevaba clave de gol para abrir el marcador y hacer estallar de júbilo en los miles de aficionados locales.

Los coros en las tribunas comenzaron a afinar sus mejores interpretaciones para el día de fiesta. Amarillos contra azules, se activó el duelo en las butacas del coloso de Santa Úrsula, que estuvo muy lejos del lleno esperado, con 60 o 70 por ciento de ocupación.

Pero las emociones apenas empezaban. Al minuto 18, luego de defenderse exitosamente de una nueva llegada de los visitantes, América armó un ataque que Daniel Rolfi Montenegro estuvo a punto de firmar con disparo cruzado, pero el balón salió desviado del poste izquierdo.

Cristian Riveros emocionó a la afición celeste, que colmó una cabecera del coso, cuando su remate en un tiro de esquina sacudió las redes, pero por la parte externa, luego de peinar el balón, anticipándose en el movimiento a la llegada de Pardo.

No había momento de descanso, quizás avances lentos, pensados para asegurar la correcta entrega de la pelota, bajo la estricta mirada de Jesús Ramírez y la aparente tranquilidad de Enrique Meza, quien apenas daba unos pasos de un lado a otro de la zona técnica.

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Gerardo Torrado despeja el balónFoto Víctor Camacho

Los ánimos se enfriaron un rato para recuperar el dinamismo en los instantes finales con un contragolpe del América, que tomó desubicada a la zaga, aunque el fuerte disparo de Enrique Esqueda se fue desviado.

Para la parte complementaria, Meza optó por la partitura ofensiva con el ingreso de Maximiliano Biancucchi y Alejandro Castro, por Villaluz y Conceiçao, respectivamente, aunque la fórmula no dio los resultados esperados, salvo por alguna llegada de peligro.

Los anfitriones reaccionaron en una salida de Óscar Rojas, con pase a Esqueda, quien a su vez como pared rebotó de inmediato a Montenegro, encargado de conducir el esférico unos metros y ceder a Beausejour para que el chileno anotara el 2-0. Luego los seguidores americanistas hasta se dieron el gusto de entonar el ole, ole, ole.

Biancucchi estuvo a punto de reducir la desventaja en el marcador, cuando al 57 se encontró solo ante Ochoa, pero se le enredó la pelota y terminó por perderla, escurridiza como un jabón y dejarla en las manos del portero.

Los ruidosos seguidores del América hicieron coraje al minuto 70, cuando en un largo despeje de Ochoa, Esqueda recibió sin marca, dejó botar la pelota una vez, se acomodó, le llegó un defensa en el segundo bote, se recargó el americanista en el zaguero hasta que cayó al suelo, pero el árbitro, acertadamente, no marcó la pena máxima.

Se le acababa el tiempo al Cruz Azul, que pese a buscar por una y otra bandas, no encontraba por dónde taladrar el área, mientras América armaba llegadas, pero tampoco lograba poner en peligro la meta rival.

Al término del encuentro, Chucho Ramírez dijo que estaba contento con el resultado, porque los muchachos hicieron un buen trabajo, mostraron un buen futbol, y aunque venían haciendo bien las cosas, ahora sí pudieron anotar.

El estratega recordó que a lo largo de la semana, pese a la polémica que acompaña este tipo de encuentros, siempre me mantuve tranquilo. Además, consideró que con esta victoria se gana en confianza para encarar el siguiente juego, este miércoles.

Con semblante de preocupación, Meza aceptó: no jugamos bien. No creamos oportunidades y por eso damos la impresión de no saber jugar.

Agregó que es alarmante no tener más tiempo la pelota, porque por eso no pueden crearse jugadas de anotación. No supo responder si había crisis en el equipo de La Noria, pero sí dejó en claro que los jugadores saben que no están cumpliendo, que no están bien y que andan desatinados.