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Edificio es la obra más reciente de la escritora, publicada por Páginas de Espuma

Ana García Bergua hurga en la proximidad y la lejanía entre vecinos

Reúne 15 historias sobre los vagos anhelos de los protagonistas en torno al amor y la felicidad

 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de febrero de 2010, p. 4

Quince historias. Una anciana enamorada de un vecino feo, una mujer que misteriosamente desaparece por media hora, un hombre que pierde el trabajo y acude al sicoanalista, otro que llega a su departamento y una multitud le aplaude y no sabe por qué; otro más que asiste a una fiesta de la preparatoria; un escritor, otro hombre que no abre los ojos, una familia a la que los vecinos llaman los alemanes, un militar, algunos perros y gatos, un hombre que colecciona coches, un adolescente que va al súper, un mago, una académica universitaria, un bígamo y una rubia angelical, de la cual está enamorado el portero del edificio.

Son las vidas, los personajes que se rozan y conviven en el más reciente libro de cuentos, titulado Edificio, de la escritora Ana García Bergua, que fue presentado hace unos días en el Centro Cultural España.

Puesto en circulación por la editorial Páginas de Espuma, el volumen tiene una estructura diferente, en contraste con obras anteriores de la autora.

En este caso la idea es más cinematográfica. Respecto de que te acercas a un personaje y al otro lo ves como en segundo plano, explicó García Bergua.

La idea del edificio, donde cada departamento es un cuento, sirvió a la autora para ir colocando esos espacios que a veces crecen, se aíslan; a veces toman otro camino y otras se relacionan entre sí.

Esto abrió la posibilidad de hacer un juego y con cierto humor negro. El armado de los textos es similar a la relación que uno puede tener con sus vecinos, es decir, a la vez muy cercana y muy ajena; es un poco la relación con los cuentos también, son muy cercanos y a la vez muy ajenos.

Los protagonistas tienen en común ser “personas aisladas, con anhelos vagos en torno al amor y la felicidad.

Aparecen varias historias de amor, continúa la autora y colaboradora del suplemento La Jornada Semanal. Yo no era de escribir de manera deliberada historias amorosas. Lo que ahora busqué fue presentar distintas manifestaciones del amor no muy románticas, como en el caso del militar que lo manifiesta de manera extraña, la anciana enamorada de su vecino, el que no sabe dónde va su mujer, la académica que quiere dominar, pero resulta dominada.

Para García Bergua, Edificio “es una metáfora de lo que somos ahora como sociedad. Estamos juntos, pero en realidad no sabemos quiénes somos ni quiénes son los otros.

Nos cuesta cada vez más ponernos en los zapatos del otro; por eso hay tantas manifestaciones de intolerancia. Por ejemplo, la cuestión de las bodas gays. Uno se da cuenta de que hay un odio brutal, una intolerancia de personas que dicen cosas terribles. Por qué no les cabe en la cabeza que una pareja homosexual puede formar una familia. Existe una incapacidad de siquiera asomarse a cómo es el otro.