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Ganador de varios premios, promueve en el país El hombre lobo, que se estrena el viernes

He hecho los papeles que se me han antojado: Benicio del Toro

En entrevista, dijo que El Che es una de sus cintas favoritas; pidió a los distribuidores que vean la segunda parte para que se exhiba en México

Me encantaría que me dirigiera Reygadas, expresó

 
Periódico La Jornada
Martes 9 de febrero de 2010, p. 9

El puertorriqueño naturalizado estadunidense Benicio del Toro ha ganado los premios que cualquier histrión quisiera tener en su vitrina: un Óscar, un BAFTA, un Globo de Oro, un Goya, y algunos más como mejor actor en festivales internacionales, como Cannes y Berlín, entre otros.

Algunos lo recuerdan por su papel de Javier Rodríguez en Tráfico (de Steven Soderbergh) –el cual le dio el trofeo de la academia estadunidense y el Oso de Plata de la Berlinale–, pero más recientemente por su interpretación del Che Guevara en una película que, por su duración, tuvo que realizarse en dos partes, de la cuales la segunda aún no ha se ha exhibido en nuestro país. Ahora promueve El hombre lobo –la cual produce y protagoniza, y cuya dirección estuvo a cargo de Joe Johnston–, que este viernes se estrena en México. Se trata de un remake del clásico interpretado por Lon Chaney Jr en 1941, que dirigió George Waggner.

–Ha interpretado a dos leyendas: una de carne y hueso y otra mitológica. ¿Cómo fue su experiencia?

–La del Che es una de mis películas favoritas. Intentar interpretarlo y hacer esa cinta fue un viaje muy interesante. Nos educamos al mismo tiempo que hacíamos el filme, lo que fue muy difícil para todo el equipo de filmación, desde el director hasta los técnicos; fue una labor de amor al arte y de respeto a la historia. Menciono lo del viaje porque fue fabuloso y duro, pero satisfactorio. No era sólo hacer el cuento del Che y parte de la historia de Cuba –que se hizo de la manera más honesta, honrada–, sino que había que hacerle honor a la historia. Mientras uno mira hacia atrás, a la memoria (de esta historia del Che), se sigue formando y cada vez se pone más linda.

Abunda: “Saltar al otro mito, el del mundo fantástico, tuvo sus similitudes en el sentido del acercamiento hacia el séptimo arte, aunque no fue tan difícil como la del Che, en la cual, para cada decisión del rodaje tuvimos que leer cinco libros. Mientras para, El hombre lobo las ideas salían desde la imaginación. La del Che era independiente, con pocos recursos, aun así se filmó en cinco países; en tanto, esta cinta que promovemos sí cuenta con recursos, y es una historia apegada a la original, cuyo personaje nunca dejó de ser una obsesión para mí desde niño”.

Benicio, quien pidió por este medio que los distribuidores volteen a ver la segunda parte del Che para que se exhiba en México en algún momento, asegura que en este filme la violencia y la sangre llenarán la pantalla (es la lucha de una bestia incomprendida, dijo).

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Benicio del Toro ha obtenido diversos premios internacionales. Arriba, el actor en un fotograma del remake del clásico de 1941Foto Ap

–¿Ser productor le ha dado libertad histriónica, ha influido en su desempeño actoral?

–No influye en la expresión actoral. A lo mejor sí en el cuento, en la historia que se está narrando. Quizá en la parte preparatoria del filme, cuando se pueden ajustar algunas cosas, pero en la manera de actuar no influye, porque yo hago lo mismo que hacía antes de ser productor. En la vida he tenido la suerte de hacer los papeles que se me han antojado, ojalá que el día de mañana se vean como buenas interpretaciones, incluso las de mis primeras películas. La primera en la que participé se filmó en los Estudios Churubusco (007: con licencia para matar).

Benicio Monserrate Rafael del Toro Sánchez dejó la carrera de leyes (sus padres, abuelos y tíos son abogados) para iniciarse en la actuación a finales de los años 80 del siglo pasado, en pequeños papeles en series televisivas (Miami Vice y Drug Wars: The Camarena Story, entre otras) hasta que le ofrecieron aparecer en 007: con licencia para matar, con la que a los 21 años de edad se transformó en el actor más joven en interpretar a un villano, hasta sus apariciones en cintas como 21 gramos o Basquiat, dirigida por Julian Schnabel.

–¿Cómo se mantiene en bajo perfil un actor tan exitoso como usted?

–Es complicado, pero la verdad es que no me lo creo. Es eso, no creerse las cosas, aunque respetes mucho esos trofeos. Tan sólo ser considerado es un honor para cualquier actor, por lo que haber recibido esos premios es un honor que no tomo en vano.

Al mismo tiempo sé que el trabajo es la razón por la cual esos premios me han caído; entonces, no me cambian, pues. Los respeto, es un honor, pero no cambian mi actitud hacia el cine, hacia la manera en la cual me preparo para hacer un proyecto.

El actor señaló previamente en una conferencia de prensa que le encantaría ser dirigido por Carlos Reygadas, y añadió (en tono divertido) que podría ser con una versión titulada Santo y Blue Demon contra El hombre lobo. También recordó, por supuesto, su participación con El Negro Iñárritu: “con los ojos cerrados volvería a colaborar con él en cuanto me lo pidiera, y también con Demián Bichir, con quien trabajé en El Che”.

Pero por ahora eligió interpretar El hombre lobo, porque a nadie se le había antojado retomarlo luego de 70 años, y porque, señaló, pudo compartir set con una personalidad como Anthony Hopkins: fue un honor.