Opinión
Ver día anteriorMartes 2 de febrero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

El grupo de apoyo a Ebrard

Competencia despiadada en el PRD

L

a lección de cómo decorar un cascarón nos la dio ayer un grupo de perredistas al inaugurar una nueva tribu dentro de ese partido.

Se trata de iniciar, digan lo que digan, una fuerza política que trabajará a favor del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, para posicionarlo en un buen lugar en la carrera por la candidatura a la Presidencia de la República para 2012.

La acción no es, de ninguna manera, condenable. Para muchos ya era hora de que el jefe de Gobierno pasara del discurso del mejor posicionado al trabajo público por su candidatura. Pero ¿por qué el engaño?, ¿por qué no decir que se trata de un grupo en apoyo a Ebrard?

Entre los perredistas se comentó durante toda la semana pasada el trabajo que Alejandra Barrales hizo entre los militantes de cierto nivel, algunos dirían que hasta los de medio pelo, como los Ensástiga, para que dejaran sus tribus originales y se incorporaran al trabajo por Ebrard, con promesas de todo tipo.

Y es que nunca se buscó a nuevos militantes, no existió un trabajo de nueva afiliación para agregar militancia fresca al esfuerzo, más bien se chacaleó a los de siempre para construir esa supuesta fuerza con muchos cartuchos quemados.

La formación lleva el nombre de Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas, y habla de reconstruir el tejido partidista que, dijeron, se perdió en esa organización. Y en el discurso se aseguró que ni Ebrard ni López Obrador participan en ese movimiento.

No obstante se ignoró, porque así se quería, el trabajo de afiliación que los pasados tres años ha realizado López Obrador en todo el país. Para este grupo esa labor no existe y van a tratar de conseguir adeptos entre los grupos que ya organizó el propio ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Ya en el primer diseño de lo que será el trabajo para Ebrard, que se inició con el nombre de Casa con Ángel, que, como ya habíamos adelantado, se presentó, por ejemplo, en Monterrey no hace mucho tiempo, se dice en el proyecto que uno de sus objetivos específicos es organizar una red partidaria para acción política e instituir alianzas electorales concretas de apoyo en el interior de la República.

Las Casas con Ángel, si es que el nombre aún se mantiene, son la base del esquema de organización que tiene el trabajo proselitista que se propone a favor del Marcelo Ebrard, y busca crear tantas casas como sea necesario, o como se desee, siempre que se conformen con un mínimo de cien compañeros, a fin de crear instancias con representaciones municipales únicas.

En todo esto, pero sin el nombre y sin abrir la opción, Ebrard parece estar de acuerdo con la nueva formación perredista, que, como dijimos, ignora el trabajo que hasta ahora se ha realizado en todos los municipios del país, por lo que de hecho se han separado de López Obrador y de las organizaciones que abiertamente se han pronunciado en su favor.

Más claro no pudo haber estado, después de que en la reunión de ayer se habló de sumar corrientes, pero sólo se mencionó a Nueva Izquierda, o lo que de ella queda; a ninguna otra, por lo que las formaciones parecen estar ya decididas.

Así las cosas, lo que se tiene enfrente es una competencia despiadada y de consecuencias tal vez fatales para el PRD, que día tras día se esfuma entre alianzas sin rumbo y componendas internas inconfesables. Todos los trabajos que lleven a consolidar una sólida formación de izquierda son válidos, siempre y cuando sean de izquierda y no pretendan partir del engaño para conseguir lo que no se tiene.

De pasadita

¿Qué se quiere o qué se pretende esconder en el caso Bar Bar? ¿Será que una persona común que usa siete nombres, que tiene cuentas bancarias de importantes cantidades, que se transporta en camionetas blindadas, que no camina sin guardaespaldas y que asesina, es un buen ciudadano? ¿A qué teme el procurador? ¿Será que alguien le dijo que si se dice la verdad será desaparecido del firmamento?