Miami, Fl., 1º de febrero. Miles de turistas y millones de dólares será el saldo final para Miami como anfitrión del próximo Supertazón, que se jugará el domingo en el estadio Sunlight.

Los Santos de Nueva Orleáns y los Potros de Indianápolis tendrán que repartir alegrías y tristezas por su actuación en la cancha al concluir el magno espectáculo, que según estimados traerá más de 400 millones de dólares (mdd) al condado Miami-Dade y ciudades vecinas.

Rodney Barreto, presidente del Comité Anfitrión del Supertazón, aseguró que el aforo del estadio está totalmente vendido y no habrá espacio para un alma más, con 75 mil personas dentro del recinto.

Esa cifra incluye a miles de personas procedentes de Lousiana e Indiana, así como centenares de periodistas, camarógrafos, fotógrafos, invitados especiales y todo el engranaje vinculado con ese deporte.

Barreto explicó que el comité incurrirá en gastos cercanos a los 15 millones de dólares, pues debe hospedar a los dos equipos, atender el centro de prensa, además de otros muchos egresos inherentes a la rifa y que le corresponde asumir a los organizadores.

Pero desde hace varios días la balanza económica comienza a inclinarse para Miami con la llegada de miles de turistas que ayer asistieron al Pro-Bowl, el juego de estrellas de la NFL, que favoreció 41-34 a la Conferencia Americana.

La fiesta del Supertazón ya incrementó la ocupación en los hoteles, lo que se traduce en ganancias para bares, negocios, renta de autos y todo el engranaje aledaño a las necesidades de los visitantes.

Mientras tanto, Santos de Nueva Orleáns fue el primero de los dos equipos en arribar al Aeropuerto Internacional de Miami. Los Potros de Indianápolis llegaron poco después.