Buenos Aires/ Berlín, 1º de febrero. La muerte del escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, quien será velado mañana, conmovió a numerosos personajes de la cultura, la literatura y la política argentinas, que un día después de su fallecimiento lo recuerdan con cariño.

Además de gran novelista, Tomás Eloy Martínez es uno de los más importantes pensadores de Argentina de los tiempos recientes. El país le debe dos grandes reconocimientos: a su estética literaria y a su aporte permanente al pensamiento republicano y a la construcción de un país diferente, señaló Hernán Lombardi, ministro de Cultura de Buenos Aires.

Con una prolífica producción que incluyó novelas, crónicas, ensayos, relatos, libretos de cine y televisión, Martínez es autor de La novela de Perón (1985) y de Santa Evita (1995), que fueron traducidas a más de 30 idiomas y publicadas en más de 60 países.

Fue un hombre que tuvo una gran capacidad de comprensión de Argentina como ensayista. Y su capacidad como periodista de interpretación de la realidad de nuestro país y americana lo colocó en un punto excepcional de la expresión argentina, dijo a su vez Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia de Letras de ese país.

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, lamentó la muerte del escritor argentino a dos meses del quinto Congreso Internacional de la Lengua, que se realizará en marzo en la ciudad chilena de Valparaíso. Lo echaremos de menos en Chile, dijo en Madrid.

Se refirió al narrador fallecido a los 75 años, como uno “de los autores que convirtieron el periodismo en obra literaria y la literatura en deudora del periodismo.

Su obra narrativa, ensayística y periodística, así como su compromiso cívico, permanecerán como una de las referencias fundamentales de la cultura en lengua española del pasado medio siglo, dijo Caffarel en un comunicado, en el que recordó las intervenciones de Eloy Martínez en el Congreso de Cartagena de Indias, en 2007, y en la entrega del Premio Cervantes a Juan Gelman, en 2008.

En uno y otro puso de manifiesto, como tantas veces, su extraordinaria estatura intelectual y moral.

El escritor era miembro del Patronato del Instituto Cervantes desde septiembre de 2008.

Por su parte, el periodista y escritor Santiago Kovadloff destacó que Martínez logró explorar como pocos las tendencias de la sociedad argentina, y señaló que la obra del fallecido es uniforme y homogénea.

El senador oficialista Miguel Pichetto manifestó: Es una pérdida importante para las letras argentinas; un escritor comprometido con la realidad política de Argentina y de América Latina. Su obra es resonante y de peso para el peronismo, pero encasillarlo allí sería quedarse con una mínima parte.

La historiadora María Sáenz Quesada dijo que Martínez marcó una forma de hacer una escritura periodística de alta calidad, y de ahí pasó también a la novela.

“Admiro especialmente La novela de Perón, porque fue una forma de investigar y documentar con un estilo que no hubiera tenido un libro de documentación histórica. Admiro mucho su forma de llegar a la historia”, expresó.

Honestidad intelectual: De Santis

Pablo de Santis, uno de los más escritores que más vende en Argentina, subrayó que el autor de El vuelo de la reina “tiene una gran obra dentro del campo del periodismo y de la ficción.

“En sus dos grandes libros, La novela de Perón y Santa Evita, logró mezclar en dosis perfecta realidad con imaginación. Y tiene otro libro extraordinario, Lugar común la muerte”, sostuvo.

Asimismo, cientos de lectores dejaron comentarios en las páginas web de los diarios argentinos. Vamos a extrañar su talento. Tan poco común como su estilo. Formador. Generoso. Inteligente. También se puede leer: Quebró las fronteras entre la historia y el periodismo. Infinitamente capaz y deleitable como escritor, infinitamente honesto intelectualmente. No lo olvidaremos. Queda su obra.

En Berlín, el historiador argentino Osvaldo Bayer dijo que Tomás Eloy Martínez fue uno de los brillantes autores de su generación, quien sufrió el silencio de los academicistas de la literatura y la quema de sus obras durante la dictadura militar.

Las novelas Santa Evita y La novela de Perón mostraron que Eloy Martínez era un escritor brillante, al que a pesar de sus valores literarios, los academicistas nunca colocaron en ningún pedestal, sufriendo el mismo silencio como el también periodista y escritor Osvaldo Soriano. señaló el autor de La Patagonia rebelde.

Mañana se realizará el velatorio de Tomás Eloy Martínez, quien falleció el domingo a los 75 años debido a un tumor cerebral. Su restos serán cremados, como era su deseo.