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El gobierno del país caribeño suspende adopciones, hasta que la vida institucional mejore

Denuncia el Unicef casos de tráfico de niños en Haití

En las noches, bandas de saqueadores atacan orfanatorios ubicados en Puerto Príncipe

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Más de 30 niños haitianos que fueron adoptados por franceses arribaron el pasado jueves al aeropuerto internacional Charles de Gaulle. En la imagen, una mujer que recibió a una pequeña en la terminal aéreaFoto Ap
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Periódico La Jornada
Sábado 23 de enero de 2010, p. 16

Puerto Príncipe, 22 de enero. Una nueva plaga acecha a los haitianos, pero esta vez a los más vulnerables: los niños huérfanos o abandonados. En el contexto de emergencia hemos detectado casos de tráfico de niños, asegura a este diario el oficial de información del Unicef, Kent Page. Esta institución tuvo hoy un resbalón en Ginebra, cuando Jean Claude Legrand, asesor de protección, denunció sin confirmar el robo de 15 niños de los caóticos hospitales de esta ciudad.

La versión, que tuvo gran impacto, debió ser desmentida. Pero Page reconoció: Esto puede ser más que un rumor. El Unicef está muy preocupado por la forma en que estos días han estado saliendo niños del país, a pesar de que los procesos de adopción no habían concluido. Estamos investigando.

Apenas ayer, 33 niños recién adoptados llegaron a París y fueron exhibidos en una ceremonia con la primera dama, Carla Bruni. Muchos más han salido con dispensas en el papeleo formal de la adopción hacia Canadá, Estados Unidos y España, entre otros países. En muchos lados se forman listas de espera para llevar pequeños que habrían quedado desamparados a familias extranjeras. México es uno de ellos.

Pero la Unión Europea tiene una norma específica que prohíbe la adopción acelerada de niños en países golpeados por algún desastre. Y el propio gobierno haitiano, que tiene leyes muy estrictas para la adopción de niños por los puestos de emigración de los aeropuertos y la frontera con República Dominicana, ordenó la suspensión de los procesos de entrega, hasta que la vida institucional del país se medio normalice.

El Unicef, a su vez, emitió una alerta. En medio del caos en las fronteras y el aeropuerto, donde la gente entra y sale sin pasaporte, se corre el riesgo de que orfanatorios, casas-cuna y hospitales se conviertan en una especie de tiendas de muñequitos para parejas con deseos de adoptar niños.

Hay un antecedente. En 2007, en Chad fue capturada una red de tráfico de niños, que bajo la cobertura de una falsa organización no gubernamental humanitaria, Arca de Noé, no daba en adopciones legales sólo a niños huérfanos, sino a pequeños robados, que sus padres, afectados por la guerra, habían dejado en albergues.

Adopción: salvación o abuso

El gobierno haitiano estableció en años recientes controles muy estrictos para dar en adopción a niños huérfanos o desamparados. Desde luego, es un sistema con fisuras que aprovechan las redes internacionales de tráfico humano. Dada la enorme miseria, aquí abundan los orfelinatos y casas-cuna, donde padres en pobreza extrema vienen a dejar a los pequeños con la esperanza de que encuentren un futuro mejor con otras familias.

En medio de una emergencia de esta envergadura, las fisuras para sacar niños ilegalmente del país pudieron haberse hecho enormes.

Sin embargo, hay voces que defienden la vía de los procesos de adopción acelerados para poner a cientos de pequeños en un horizonte de esperanza. La adopción es una forma de salvar vidas, asegura Gladys Maximine. Ella dirige una casa-cuna: la Casa de los Ángeles. Y asegura que tiene muy buen prestigio en los circuitos que conducen a los potenciales adoptadores a Haití.

Reconoce que en estos últimos días, muchos niños que ella había acogido, sobretodo recién nacidos dados después del parto, ya salieron del país, a raíz del temblor. Pero no dice adónde, porque tengo miedo que paren mi trabajo.

De hecho, está esperando que en cualquier momento lleguen dos parejas españolas, que ya tenían muy avanzados sus trámites de adopción –todo estrictamente legal–, para llevarse a sus nuevos niños.

Antes del terremoto los niños ya vivían en una situación de desamparo horrible. ¿Por qué debe quedarse aquí un niño cuando ahí afuera hay una mamá y un papá que lo desean muchísimo y lo van a querer? No estoy de acuerdo con suspender los procesos de adopción. Por el contrario. Hoy es necesario hacer todo lo posible para que los niños puedan irse.

Día diez

Algo más acosa a los orfanatorios. Las bandas de saqueadores han detectado que es precisamente ahí, donde viven los huérfanos atendidos por todo tipo de grupos, donde se da atención prioritaria. Y que en ocasiones las religiosas y los administradores cuentan con stocks de comida para dos días, de modo que por la noche los asedian e intentan asaltarlos. Anoche se reportó y frustó un asalto en el orfanatorio Maison Lumiere, de Cité Soleil.

De ahí la importancia de que la repartición de alimentos se haga con custodia de seguridad. No son un capricho las escoltas, dice el oficial regional del Programa Mundial de Alimentos, Alejandro López Checheri, sino una necesidad. De alguna manera hay que poner orden en una situación desesperada.

Para escoltas hay bastante personal. Sólo marines suman 12 mil. La Minustah tiene en el sitio 7 mil militares y 13 mil policías de todo el mundo. El brasileño es el mayor contingente, con mil 300. Le sigue la unidad de Jordania. Adicionalmente, otros países tienen sus fuerzas. Así, la gendarmería francesa escolta a Médicos sin Fronteras y de vez en cuando también uno se cruza con las camionetas de la Policía Judicial de México.

¡Habla, René Préval! ¡Habla! Frente a la sede del gabinete de crisis, que se asentó en la dirección central de la Policía Judicial, se agolpan cientos de hombres, como lo hacen casi en cualquier lado. Pero aquí la gente sabe que a unos metros se encuentra el presidente René Préval. En efecto, Préval está ahí, bajo el árbol de mango del patio, presentando a la prensa a unos enviados de República Dominicana.

Pronuncia breves palabras: La evaluación terminó. Es hora de ejecutar proyectos. Y se va, sonriente, repartiendo besos y respondiendo generalidades a las preguntas de los reporteros. Se aleja de las consignas, cánticos y reclamos de los de la calle, que ahora la emprenden contra los marines: No a la ocupación, no a la ocupación.

La gente le pide que hable: pale, pale. Hasta ahora, día diez, Préval no lo ha hecho. Ni siquiera se ha dirigido a la gente para dar la imagen de liderazgo y presencia a través de las radioemisoras, que pese a todo casi en su totalidad ya volvieron al aire. Para dar cuenta del esfuerzo, baste decir que RFI 101 transmite desde la calle, frente a su fisurado edificio, en el barrio alto de Petion Ville.

Son muchas cosas que hay que decir, más allá de la aterradora cifra que hoy se anticipó de muertos: 111 mil, según el gobierno de Haití. Cerca de 200 mil, según una hipótesis de trabajo de Estados Unidos.

Reparto de víveres

Para los sobrevivientes, casi dos millones de damnificados en albergues, que empezaron en el piso desnudo, a pleno sol, bajo las estrellas y hoy empiezan a tomar forma con tiendas de campaña, letrinas portátiles y organización para recoger la basura, el alimento empieza a circular en forma más consistente. Ya hay agua, aunque no suficiente.

López Checheri explica que esta mañana salieron desde las nueve de la mañana los convoyes con un millón 800 mil raciones individuales de alimentos energéticos secos. El programa empezó con apenas 250 mil. La meta es duplicar cada día la cantidad. Se espera salir mañana con 3 mil 600 millones de bolsitas anaranjadas, que contienen lo suficiente para cubrir las necesidades protéicas de esta población desnutrida.

El PMA estima que en los próximos seis meses la institución tendrá que mantener el ritmo. Dos millones de personas necesitarán, mínimo para medio año, esa cantidad de alimentos repartidos por cuatro corredores en todo el país, desde República Dominicana, por donde entran los convoyes, hasta donde se requieran.