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Afirma la ONU que el sismo es el peor desastre al que se ha enfrentado en toda su historia

Caos y congestionamiento dificultan llegada de ayuda humanitaria a Haití

Cuestionada, la gestión de los estadunidenses que están a cargo de la distribución de la asistencia

Aviones franceses, peruanos, mexicanos y argentinos sobrevuelan el aeropuerto sin poder aterrizar

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Rescatistas rusos sacan viva a Ovri, de 11 años, de los restos de su casa en Puerto Príncipe. A la derecha, es introducida en una ambulanciaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de enero de 2010, p. 19

Puerto Príncipe, 16 de enero. El caos reinaba en Haití con el congestionamiento este sábado del principal aeropuerto, lo que dificultó la llegada de la asistencia humanitaria. Los estadunidenses que están a cargo de distribuir la ayuda fueron cuestionados por las fallas en la coordinación, mientras la Organización de Naciones Unidas (ONU) indicó que la tragedia ocasionada por el sismo del pasado martes es el peor desastre al que se haya enfrentado en su historia.

El coordinador de operaciones para las Américas de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Mauricio Bustamante, confirmó que existe una congestión gigantesca en el aeropuerto, y auguró que con el pasar de los días va a estar mucho más congestionado porque más ayuda va a ser movilizada.

Por su parte, el jefe de los cascos blancos argentinos, Gabriel Fucks, calificó desde Santo Domingo de anarquía la situación que se vive en el aeropuerto y consideró que el funcionamiento del mismo está fuera de control.

Aviones franceses, peruanos, mexicanos y argentinos son sólo algunas de las aeronaves con rescatistas y provisiones que no lograron aterrizar en el aeropuerto gestionado por Estados Unidos.

El presidente haitiano, René Préval, pidió a los representantes de la comunidad internacional que coordinen mejor los esfuerzos de ayuda, ya que se trata de una situación muy difícil. Debemos mantener la calma.

Tim Callaghan, un consejero de la agencia de ayuda estadunidense Usaid, respondió a las críticas. El gobierno haitiano pidió ayer (viernes) al estadunidense trabajar muy estrechamente para asegurar el funcionamiento del aeropuerto. Como cualquiera que haya acudido al aeropuerto puede testificar, es realmente un esfuerzo internacional, explicó.

A pesar de esto, la ayuda continúa llegando. La noche del viernes el puerto de la capital haitiana recibió el primer buque con cargamento desde el terremoto de 7 grados Richter del pasado martes. Se trata de un navío lleno de plátanos y carbón que fue acogido con júbilo por los desesperados habitantes de Puerto Príncipe.

Sin embargo, la distribución de alimentos desde un helicóptero militar de Estados Unidos, este sábado en Puerto Príncipe, provocó un tumulto entre la muchedumbre de haitianos hambrientos.

Ante la lentitud con la que llega la ayuda, los habitantes, abandonados a su suerte, buscan desesperadamente entre las ruinas de las tiendas ignorando los cadáveres hacinados que se pudren al sol.

Un hombre que encontró una caja de cereales fue inmediatamente rodeado por una decena de personas, que intentaron arrebatarle su tesoro. Otro que tenía una caja con alimentos fue sujetado del cuello por alguien para quitársela.

La ONU advirtió que el hambre fomentará problemas si la ayuda internacional no llega pronto, aunque la situación de la ley y el orden continúa bajo control, por el momento.

Las autoridades haitianas vigilan a posibles alborotadores para evitar que saqueos esporádicos se conviertan en actos de violencia graves, dijo en tanto el inspector general de la policía de Haití, Jean-Yonel Trecile.

Sin embargo, dos dominicanos resultaron gravemente heridos de bala hoy mientras cumplían labores de auxilio humanitario en Haití.

Según los reportes, Carlos Gatas y Milton Matos llegaron a la embajada de República Dominicana en Puerto Príncipe heridos de bala y señalaron que fueron asaltados por desconocidos, sin precisar mayores detalles.

Miles de damnificados por el sismo seguían abandonando la ciudad huyendo del horror, del hambre y de la sed.

Dejen a los muertos que se pudran y ocúpense de los vivos. Dénnos de comer, gritaba una mujer al paso de un camión de un equipo de rescate español.

Asimismo, barricadas de neumáticos en llamas, escombros y al menos cuatro cuerpos sin vida bloqueaban la ruta principal entre la capital de Haití y la cercana Carrefour. Los vecinos protestaban enardecidos para exigir la remoción de los muertos.

Elisabeth Byrs, vocera de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, declaró que la crisis que se vive en Haití es el peor desastre al que el organismo mundial se haya enfrentado en su historia.

No se parece a ningún otro, pues el país fue decapitado, indicó Byrs, al subrayar que contrariamente al tsunami que azotó el sur de Asia en 2004, en Haití quedan muy pocas estructuras locales para canalizar la ayuda extranjera que continúa llegando.

Además de Puerto Príncipe, los socorristas de la ONU que exploraron las ciudades ubicadas al oeste de la capital haitiana consideraron que la localidad de Leogane resultó destruida en cerca de 90 por ciento.

Los equipos fueron también a las localidades de Gressier y Carrefour, al oeste de la capital nacional, y estimaron que la destrucción fue en esos lugares en torno a 40-50 por ciento.

Asimismo, el gobierno de México informó que el jefe de guardias presidenciales de Haití fue sacado con vida de los escombros del Palacio Nacional de Puerto Príncipe por rescatistas mexicanos, pero murió poco después.

El terremoto grado 7 quebró los cimientos del débil sistema institucional y las palabras anarquía, caos e inseguridad definen el estado del país, según algunos analistas internacionales.

El gobierno de Haití está partido institucionalmente: el presidente Préval no tiene donde gobernar, ya que el palacio y su domicilio particular están destruidos. Su puesto y morada están ahora en una estación de policía.

Los miembros del gabinete también se quedaron sin sus despachos, por lo que no pueden reunirse y tomar decisiones.

Debemos reconstruir todo. El palacio presidencial se cayó, el Parlamentó está destruido, el Palacio de Justicia se vino abajo, declaró el mandatario haitiano, y agregó que la ONU estima que se necesitan más de 500 millones de dólares para la reconstrucción de Puerto Príncipe.

Asimismo, una réplica de 4.5 grados en la escala de Richter incrementó hoy a 44 esos fenómenos telúricos tras el sismo del pasado martes.