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En cruces de la ciudad los niños se dieron cita para pedir juguetes o monedas

Automovilistas, transformados de improviso en Reyes Magos

En el Ángel de la Independencia se congregaron 3 mil personas junto al globo aerostático

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Decenas de niños acudieron ayer a Paseo de la Reforma para pedir monedas o regalos de los automovilistas que transitaban por esta avenida en el Día de ReyesFoto Roberto García Ortiz
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Los niños y sus familiares disfrutaron ayer del estreno de juguetes nuevos en distintos puntos de la capital del paísFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de enero de 2010, p. 27

La luz roja del semáforo ubicado en el cruce de Parroquia y avenida Universidad fue aprovechada ayer por un grupo de niños para solicitar a los automovilistas una moneda, un juguete, sus Reyes Magos. Los de mayor oficio lograron la mejor tajada: muñecos de peluche, carritos, dulces y unos cuantos pesos, mientras los más pequeños luchaban por alcanzar la ventanilla del conductor para extender su manita o una alcancía de plástico en busca de una moneda.

Mientras, miles de niños se divertían en el Ángel de la Independencia, donde la Secretaría de Turismo instaló un globo aerostático, o en sus casas con padres y amigos presumiendo los juguetes que Melchor, Gaspar y Baltasar colocaron al pie de sus zapatos. Sin embargo hubo casos como el de Lucas, de siete años, que trataba de juntar diez pesos para comprar un globo y enviar su carta, porque a mi casa no llegaron.

La pobreza en la que viven los pequeños del crucero los obliga a pedir dinero o un regalo en ciertas fechas como el Día de Reyes, Navidad, Halloween y el Día del Niño. Así que correr entre los automóviles aprovechando el minuto y medio que dura la luz roja se convierte en un juego donde gana el más abusado, y logre extender más cerca del conductor su mano.

Los niños reconocen que cada vez son menos quienes les dan dinero o un muñeco en estas fechas, lo que provoca que peleen por el premio, que si queda en familia se reparte, pues son varios hermanos los que se concentran en esa esquina tan transitada ahora a causa del cambio de sentido hacia el poniente, derivado de la construcción de la línea 12 del Metro.

La renuencia de los conductores a entregar una moneda llevó a algunos de los niños más grandes a ofrecerse a limpiar el parabrisas. Tras varias horas de labor hicieron cuentas de lo recolectado y soñaron en qué iban a comer o comprar, pues no tenían la esperanza de que los Reyes Magos llegaran a sus casas con algún juguete.

Mientras, en otros puntos de la ciudad los niños jugaron hasta el hartazgo con sus nuevos regalos –y hasta hubo quien recibió 10 artículos de video como Daniel Gómez, o María Fernanda, a quien le dejaron la nueva colección de muñecas Barbie–, hasta los que se conformaron con lo que les tocó, como Karla Fernández, que en lugar de su horno para hacer pasteles recibió una casita de mascotas. Lo importante era un regalo y lo tuvieron.

Muchos infantes aprovecharon para acudir al Ángel de la Independencia con sus muñecas, patinetas, triciclos, bicicletas, avalanchas o con cartas de agradecimiento a los Reyes Magos, para abordar la canastilla del globo aerostático ahí colocado y tomarse la foto del recuerdo con la familia.

La posibilidad de estrenar los juguetes hizo que el evento aglutinara a más de 3 mil personas y se convirtiera en una gran fiesta, donde no faltaron vendedores ambulantes. Ante la imposibilidad de volar en el globo, cuya presencia se busca hacer común los días 5 de enero, algunos niños junto con sus padres decidieron aprovechar su último día de vacaciones para acudir a la Alameda Central o al edificio del Servicio Postal Mexicano, para darles las gracias a los Reyes Magos por los obsequios recibidos.

Por otra parte, en las delegaciones Iztacalco y Venustiano Carranza se realizaron rifas, juegos y festivales, además de que cada pequeño que asistió recibió una bolsa de dulces; en tanto, en Iztacalco y Gustavo A. Madero se partieron dos enormes roscas de Reyes, y en Xochimilco unos 300 padres de familia en compañía de sus hijos hicieron una manifestación porque no fueron considerados por las autoridades para el reparto de juguetes.