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Ver día anteriorDomingo 27 de diciembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿La Fiesta en Paz?

Caprichitos y libertad

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Aquí, durante las votaciones en Cataluña para solictar la abolición de la fiesta brava en esa comunidad autónomaFoto Ap
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ocutores, ganaderos, subalternos y chicos de la prensa especializada continúan insistiendo en la destitución del juez de plaza Miguel Angel Cardona dizque por haber lesionado a algunos de los criadores al no ordenar arrastre lento a dos toros o escamotear la segunda oreja que el villamelonaje mitotero demandaba por una faena de altibajos. En su increíble ceguera para ver la tempestad y no hincarse los autorregulados insisten en exigir autoridades taurinas alcahuetas. Sobre aviso…

Al respecto, Carlos Hernández Pavón abunda: “La estocada de El Fandi al toro al que califican de injusta la premiación del juez Cardona fue una estocada muy trasera y perpendicular, por lo tanto impremiable, fruto de un tranquillo tramposo que tiene el granadino y hoy de moda entre los diestros españoles”.

“Por eso mandó hacer sus espadas con una empuñadura especial que le permite matar muy despegado del toro mientras la espada entra como caiga. El Fandi toreó bien, pero muy lejos y sin suficiente ligazón a un toro fácil, por lo que esta vez el juez Cardona también tuvo razón al no confundir boyantía con bravura”, concluye Pavón.

A varios lectores les molestó la deliberada estridencia de la columna ¿La Fiesta en Paz? del pasado lunes 21, Catalanes ganapanes. Más que ocuparse del cuestionamiento al antitaurinismo sin sustento de políticos oportunistas y al antihispanismo cíclico en que ciertos sectores incurren, los quejosos ponderan el gesto seudocivilizatorio del aparente 2.4 por ciento de la población total de Cataluña, que en defensa de los animales solicita la abolición del espectáculo taurino en esa comunidad autónoma.

Complacidos aluden a lo que consideran antitaurinismo catalán incuestionable en vez de honrar su mejor tradición de pensamiento, como lo hace el Manifiesto la Mercé por la libertad en contra de la prohibición de los toros en Cataluña suscrito, entre otros, por personalidades como Pere Gimferrer, Mercedes Milá, Miquel Barceló, Albert Boadella, Calixto Bieito o Josep Maria Pou, y que en su parte medular sostiene:

Queremos recordar a todos los catalanes que con la prohibición de la fiesta de los toros lo que podría ser prohibido es una parte de libertad, es un espacio de libertad lo que todos perderíamos. Cada vez que la libertad de alguien se ve negada o limitada, la libertad de todos pierde peso, se debilita, se empequeñece.

“Queremos recordarlo ante todo a nuestros representantes parlamentarios que han de tomar la decisión: no es sólo la realidad cultural, festiva, tradicional, económica y social de los toros lo que está en juego: es la misma libertad, es una fracción más de libertad, de la libertad de todos, que con su voto pueden borrar o no de nuestro entorno, y que todos nosotros aquí y ahora podemos perder.

“Prohibir, un verbo que tantas veces nos ha llegado impuesto desde fuera, no es algo que nos avengamos a recibir en nuestra tradición ni en nuestra cultura hecha de tolerancia, respeto, pacto, inteligencia, entendimiento, sentido común y cordura…” Pues sí. El problema es que por allá los taurinos tampoco sufren ni se acongojan y esa desidia, antes que animalistas y empresarios pasmados, sí le puede costar la vida a la fiesta.