Ante reclamos de senadores de todas las fuerzas políticas, el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, reconoció que ha habido dificultades para instrumentar la reforma energética de 2008 e informó que el plan de negocios de la paraestatal, así como su restructuración está en revisión, al igual que el nuevo esquema de contratos.

Detalló que será en el primer trimestre del próximo año cuando se presenten los primeros contratos de obras para Chicontepec, los campos maduros, así como los proyectos en aguas someras y profundas.

Al comparecer ante la Comisión de Energía del Senado de la República, el titular de Pemex informó a los legisladores que se tiene programado poner en marcha, también para mediados de 2010, la emisión de los bonos ciudadanos, considerada igualmente en la reforma energética. Asimismo, dijo que la refinería de Tula se concluirá a finales de 2014 o principios del 2015.

Panistas no lo arropan

A nombre de la fracción del PRI, el senador Rogelio Rueda, preguntó al funcionario por qué la tardanza en instrumentar los nuevos contratos, pese a que fue uno de los puntos en los que más insistió el presidente Felipe Calderón en que se aprobara, cuando se negoció la reforma de Pemex. El perredista Graco Ramírez cuestionó que el ejecutivo hable de una segunda generación de reformas energéticas, cuando apenas se está empezando a aplicar la primera.

Los más críticos, sin embargo, fueron los panistas. El senador Rubén Camarillo expresó al funcionario que está profundamente insatisfecho por los resultados mostrados hasta hoy y le notificó que los demás legisladores del PAN no le formularían ninguna pregunta.

Mi intención era discutir el plan de negocios, que está a revisión, el programa de restructuración de Pemex, que está también a revisión, dijo el funcionario.

La única participación del PAN fue la del senador Jorge Ocejo, quien demandó a Suárez Coppel el cumplimiento claro y oportuno de la nueva ley para permitir sobre todo en la parte administrativa, que los consejeros profesionales puedan tener todas las facilidades para operar y hacer su trabajo.

El director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, ayer al comparecer ante la Comisión de Energía del SenadoFoto Guillermo Sologuren

El perredista Graco Ramírez le hizo notar que aún pesiste una vocación extranjerizante en Pemex e irregularidades en la asignación de contratos, como es el caso del que se otorgó en Tabasco para el mantenimiento de ductos a una empresa que su antecedente es hacer botones y quimonos.

El director de Pemex precisó que los modelos de contratos se presentarán al consejo de administración de la empresa, junto con las primeras rondas de licitación y prometió mantener informados a los legisladores de los avances.

Los senadores Ramírez y Rueda le pidieron detallar en qué fase está el proceso y Suárez Coppel expuso que falta completar las disposiciones de contratación y hacer licitaciones diferentes, a fin de que nos podamos sentar a negociar con empresas mexicanas que traigan la tecnología que tengan fortaleza financiera y, sobre todo, capacidad de gestionar esos proyectos que son tan complicados.

El priísta Rueda le pidió explicar que está haciendo Pemex para cumplir con los dispuesto en esa reforma de 2008 a fin de recuperar la producción de fertilizantes. El funcionario respondió que el 17 de junio pasado el consejo de administración aprobó el esquema para la producción de amoniaco, pero el siguiente paso es qué tiene que dar la Secretaría de Agricultura.

Al perredista Jesús Garibay, le aseguró que la nueva Ley de Asociaciones público-privadas, que Calderón envió al Senado – y que permite otorgar contratos a particulares hasta por 50 años– no opera para Pemex.

El presidente de la Comisión de Energía, Francisco Labastida, le dijo que los integrantes ese órgano están preocupados por lo que ocurre en Pemex y tienen un claro interés de que le vaya bien a la empresa.