Monterrey, NL, 11 de diciembre. Este viernes lo único nublado en esta ciudad fue el cielo. Lo demás (aficionados, coches, casas y calles) estuvo tapizado con los colores azul y blanco del Monterrey, en algo que durante la liguilla ha sido constante y que le llaman simplemente la Rayadomanía.

Tenemos muchas posibilidades de ser campeones, expresa el defensa Diego Martínez inmerso en este ambiente, pero aclara que sería un error muy grave confiarnos y por eso la mentalidad con la que vamos a ir (el domingo al estadio Azul) es que estamos empatados. Sería un error cantar victoria antes de tiempo y sólo hay que festejar hasta que esto se termine.

Martínez basa su optimismo en que durante estas finales la Pandilla no ha perdido ninguno de sus cinco partidos disputados, luego de eliminar al América y Toluca. Eso es rescatable, que no hemos perdido. Tenemos material para ser campeones, pero eso hay que demostrarlo en los 90 minutos que nos faltan y tenemos que estar alertas, agrega.

Luego del frenético 4-3 del jueves en el Tec, Martínez destaca que poca o mucha, pero es una ventaja al fin y al cabo, y con ese gol en contra los Cementeros van a tener que arriesgar y nosotros debemos aprovechar los espacios que ellos dejen.

El zaguero resalta el golpe anímico que representó remontar porque eso te motiva y te das cuenta de los alcances que tiene este equipo. Dar la vuelta al marcador fue una gran motivación y estamos conscientes de que estamos para grandes cosas.

Por su parte, Duilio Davino destaca que se pudieron recuperarse gracias a los cambios de Víctor Vucetich y al apoyo de la afición. Así como estuvo el primer tiempo, remontar fue muy importante, dice, pero rechaza que hayan jugado horrible, porque el rival también cuenta y nos hizo mucho daño en pelota parada, ya que ellos tienen grandes ejecutores (de tiros libres y córners) y buenos cabeceadores.

Para el también defensa era muy importante sacar ventaja de nuestra casa y ahora para llegar al título sólo nos falta un pasito y debemos ir allá a terminar lo que empezamos.

Davino visualiza un duelo complicado y espera a unos celestes volcados a la ofensiva desde el primer minuto. Necesitan un gol para empatar la serie y nos atacarán, por lo que nosotros debemos buscar espacios, estar más concentrados en las pelotas detenidas y ser igual de contundentes.

Sin embargo, rechaza que vayan a encerrarse porque es muy complicado sólo defender durante 90 minutos, por lo que hay que buscar tener la pelota y atacar.

Del primer duelo de la final, reveló que las palabras de Vucetich y los cambios que realizó, más el apoyo del público, fueron las claves para dar la voltereta al tanteador.

“Aunque llevamos ventaja, la final sigue siendo muy pareja… pero la verdad sí me veo festejando el domingo”, expresa. Aunque muchos lo criticaron durante su estancia en el América, el central afirma que siempre estuvo seguro de su capacidad.

“No me mandaron a Estados Unidos, yo quise irme. Creo que lo necesitaba después de tantos años en un equipo (América) que exige y presiona mucho.

Decían que ya no tenía nada que dar, pero yo sé de mi capacidad. La prensa se deja llevar por una buena o una mala actuación. Mientras tenga ganas y físicamente me sienta bien, seguiré en esto que tanto me gusta, afirma el zaguero.