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DramaDanza se presentó en la cuarta Muestra de Artes Escénicas de la Ciudad de México

Llevan a escena una metáfora de la vida a partir de algunos versos de González Rojo
Foto
Escena de la coreografía Viandante, que la compañía dirigida por Rossana Filomarino presentó el domingo en el patio de la Antigua Facultad de Medicina de la UNAMFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de noviembre de 2009, p. 5

Sensualidad, amor, espiritualidad y furia son algunos de los conceptos que se exploran en la propuesta coreográfica Viandante.

La presentación este fin de semana de la compañía DramaDanza, bajo la dirección de Rossana Filomarino, marca la recta final de la cuarta Muestra de Artes Escénicas de la Ciudad de México, la cual concluye el domingo 29.

La reposición de la obra en un espacio limitado y sólo con una cuerda roja en el escenario es una metáfora de la vida, basada en algunos versos del poeta Enrique González Rojo.

Viandante es la experiencia de la mujer que anda por la vida y vive momentos de felicidad, erotismo, histeria, rabia y también de espiritualidad. Los movimientos de las intérpretes, sensuales e intensos, se entrelazan con la música del compositor mexicano Rodrigo Castillo, quien ha ensamblado las piezas de Ligeti, Schnittke, Fuminori Tanada, Mauricio Kagel y Somei Satoh.

Es una reposición especial para la Muestra de Artes Escénicas y estamos inaugurando este patio de la Antigua Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que resulta muy apropiado para mi trabajo intenso y ritual, pero sobre todo, que tiene una carga ancestral fuerte, detalló la coreógrafa, quien siempre incluye las emociones humanas en sus obras.

Asimismo aseguró que está cansada de presentarse en los teatros, donde las personas van con mala cara, y consideró que el público espontáneo quizá es difícil de conquistar, pero es maravilloso.

Se siente la reacción verdadera de las personas, sin tanta pretensión ni las situaciones feas que suceden en todos los gremios. Es una experiencia nueva de acercarse con la disciplina dancística. El público disfruta con la interpretación de las bailarinas, y eso se siente y se ve, agregó Filomarino.

La directora de DramaDanza explicó que más allá de formar nuevos públicos, trata de hacer su trabajo cada vez mejor. Creo que la danza se ha perdido en unas vicisitudes raras, donde casi esta disciplina no aparece y es mucho materismo.

Añadió que junto con sus cómplices, los bailarines, ejerce su oficio de la mejor manera posible, y eso siempre impacta.

Las cuatro integrantes de DramaDanza, mediante el lenguaje corporal, muestran cómo el ser humano a lo largo de la vida se despoja de ataduras, de creencias para ser feliz. En este proceso, se experimentan diversas emociones que son marcadas por el ritmo de la música.

Con movimientos sutiles, las siluetas femeninas reflejan un mundo íntimo lleno de complicidad, pero conforme se desarrolla la obra se desplazan con mayor fuerza en el escenario, sus pasos son firmes y su expresión va de la angustia a la tranquilidad.

Se trata de una visión escénica de la vida misma, donde la experiencia de Rossana Filomarino lleva al espectador por diferentes estados de intimidad.

Viandante sintetiza las obsesiones fundamentales en la poética de quien es considerada una referencia principal cuando de calidad de creación se habla dentro del campo de la danza nacional.

Metáfora de la vida, asociaciones imaginativas y estética del movimiento es lo que presentó la compañía DramaDanza en la cuarta Muestra de Artes Escénicas, que comenzó el 5 de noviembre en la ciudad de México para incentivar la creación y fomentar la interacción entre productores y artistas.

En 2006, la agrupación participó en el encuentro artístico con la obra Ni una más, la cual aborda la problemática de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.

DramaDanza ha profundizado la fusión de la técnica dancística con técnicas, convenciones y conceptos provenientes del arte dramático y de la danza butoh para forjar un lenguaje propio que, valiéndose de toda la potencia corporal, le permite exponer escénicamente su particular temática. El resultado es un lenguaje exacerbado que se ubica entre el expresionismo, lo grotesco y la ritualidad.