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Zelaya reacciona: es otra burda maniobra; prevé que el golpista no renunciará

Micheletti podría ausentarse del poder durante las elecciones

Si la seguridad se ve amenazada, reasumiría el cargo, advierte el gobernante de facto

Llama al presidente constitucional hondureño a evitar un derramamiento de sangre

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Roberto Micheletti, presidente de facto hondureño, anunció ayer su disposición a separarse del cargo del 25 de noviembre al 2 de diciembre. La imagen es del pasado 29 de octubre, durante un discurso en el palacio presidencialFoto Ap
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Periódico La Jornada
Viernes 20 de noviembre de 2009, p. 20

Tegucigalpa, 19 de noviembre. Ahora resulta que la única decisión no consultada con todas las fuerzas vivas de Honduras fue dar un golpe de Estado y echar al presidente Manuel Zelaya del país.

Roberto Micheletti, presidente de facto, anuncia en cadena nacional que podría ausentarse del poder durante una semana, para que los ciudadanos se concentren en las elecciones y no en la crisis política. Será, dice Micheletti, una decisión que tomaré en consulta con los representantes de los diversos sectores de la hondureñidad que gallardamente han acompañado todo este proceso.

Los diarios nacionales tildaron de tonto a Zelaya cuando, un día atrás, anunció que Micheletti preparaba la maniobra de dejar el poder para este viernes. Sí, chucha, y tu nieve de limón de qué la quieres, se burló un editorial.

Pero en su encierro de la embajada de Brasil Zelaya no andaba tan errado. ¿Micheletti se retira para que las elecciones se den un baño de pureza, y Estados Unidos diga que durante su celebración no estaba al frente el golpista sino el gabinete de unidad nacional resultado del Acuerdo Tegucigalpa-San José?

Micheleti no ha renunciado. Es una burda maniobra, una torpeza de él reconocer que mancha este proceso electoral, que mancha la democracia hondureña. Por eso está pidiendo un permiso para tratar de disimular esta situación grave, dice Zelaya en su reacción inmediata.

Antes de su mensaje en cadena nacional, Micheletti ha llamado a Zelaya a callarse la boca en la cercanía de los comicios y también, de todo corazón le ha pedido tratar de evitar que se derrame una gota de sangre el próximo domingo 29 de noviembre.

Si Zelaya no le hace caso, Micheletti está listo. A los 12 mil militares y 14 mil policías, el gobierno de facto ha sumado a 5 mil 500 reservistas del ejército especialmente para la ocasión. En los últimos días se han incrementado los patrullajes y los retenes, sin contar los ejercicios, no otra cosa que exhibiciones de fuerza particularmente en zonas habitacionales consideradas bastiones de la resistencia.

Toda esa fuerza tiene como tarea garantizar que la fiesta de la democracia, como se machaca a todas horas en los medios, transcurrirá en paz. Si ello no sucediera, el gobierno golpista también está listo.

Plan de contingencia en hospitales

Alguna pista se halla en una comunicación, a la que este diario tiene acceso, donde se anuncia la puesta en marcha de un plan de contingencia en todos los servicios de salud del país.

El oficio 1055-09, firmado por el viceministro de redes de servicio de la Secretaría de Salud, Ricardo Salvador Ochoa, ordena los directores de todos los hospitales públicos: dar de alta de manera anticipada a los pacientes que sea posible sin poner en riesgo su salud; reprogramar todas las cirugías previstas entre el 19 de noviembre y el 4 de diciembre; y solicitar al almacén central todos los insumos necesarios para dicho plan de contingencia, vigente en las fechas mencionadas.

¿Micheletti seguirá fuera si es preciso aprovechar ese plan de contingencia? El mismo responde, tras anunciar que está pensando retirarse entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, día en que el Congreso tiene previsto decidir sobre la restitución de Zelaya: Si lamentablemente ocurriere un trastorno general del orden y de la seguridad, que amenace la paz de la nación y la tranquilidad del pueblo hondureño, no quepa la menor duda, y lo garantizo por la promesa constitucional que juré y por mi honor de ciudadano comprometido con mi patria y con el pueblo hondureño, que reasumiré inmediatamente mis funciones y dictaré con vigor y con firmeza las medidas que sean necesarias para garantizar el orden.

¿Quién construye el miedo?, pregunta el periodista Félix Molina, en el programa radiofónico del Frente de Resistencia contra el golpe de Estado.

Ellos están preparando un plan de emergencia, no nosotros. Parece que los que menos quieren que se lleva a cabo lo que los golpistas llaman fiesta son ellos mismos, completa Bertha Oliva, defensora de los derechos humanos.

Además de preparar los hospitales y de incrementar la presencia castrense en las calles, las fuerzas armadas siguen pidiendo a los alcaldes, como ya se documentó en este diario, que identifiquen a los líderes de la resistencia en cada uno de los 298 municipios del país. Y, para rematar, el fiscal general, Luis Rubí, ya tiene listo su ejército de 530 fiscales para que estén vigilantes de los delitos electorales.

Mientras, en Washington, el vocero del Departamento de Estado, afirma que Estados Unidos está preocupado por la situación de los derechos humanos en Honduras, pero mantiene su respaldo a los comicios.

Antes del anuncio de Micheletti de que está pensando retirarse, y no de su separación como ya anuncian los medios locales, Zelaya afirma que impugnará los comicios en los tribunales y pide posponer las elecciones, pues éstas, sin que previamente se haya restaurado la democracia e instalado el gobierno de unidad y reconciliación, son una aberración jurídica, una burla y un engaño al pueblo.

Si no puedes con el enemigo, pinta como él

“Haga patria, mate un turco” y Perengano homosexual son dos de las pintas que los partidarios de Zelaya más alebrestados, o más ignorantes, dibujan todavía en las paredes de Tegucigalpa. “Turco”, identifica aquí a varios de los más adinerados del país, descendientes de los comerciantes que hicieron fortunas al amparo de las compañías bananeras. En realidad, las familias que comenzaron a apoderarse del Estado de Honduras apenas en el cercano 1960, son de origen palestino y libanés.

Las pintas compiten ahora con la propaganda electoral. Anuncios espectaculares y pasacalles inundan las calles y dan oportunidad a los zelayistas de una pequeña revancha: en cada acto de la resistencia en el centro y en los barrios los activistas destruyen la propaganda de los candidatos, por ejemplo, de uno que usa el mote de el papi chulo.

La mayoría de las pintas, pese a todo, se resumen en la expresión No al golpe, y fueron, durante los dos primeros meses posteriores al golpe de Estado, motivo de una intensa campaña de medios: vándalos, autores de leyendas satánicas, lanzaban contra la resistencia. Cada día los medios informaban que ya estaban identificados los rayadores de paredes y que la policía iba por ellos.

Grupos de jóvenes partidarios del golpe decidieron cubrir los mensajes de la resistencia con pintura blanca. Blanquito, para qué pintas, si mañana vuelvo, les contestaron.

De modo que los golpistas cambiaron de estrategia.

Desde agosto y hasta la fecha, han enfrentado a los zelayistas en su propio terreno: “Mel narco y comunista”, “Mel ladrón y vendepatria”, “Mel = Chávez”, “Mel = Chapo Guzmán”, pintaron por todas partes. Desde el golpe de Estado, voceros del gobierno, medios y aún el propio Micheletti han sugerido ligas del presidente Zelaya con el narcotráfico.

Las paredes también están llenas de pintas que acusan de corruptos a los funcionarios más cercanos a Zelaya.

En las últimas fechas, en que se han multiplicado aquellas contra las elecciones, las pintas siguen siendo el registro de la evolución de la crisis. Primero pintaron “Urge Mel”. Luego, “Viene Mel”, y más tarde “Llegó Mel, tiemblen golpistas”, en cuanto el presidente se instaló, el 21 de septiembre, en la embajada de Brasil. Luego pintaron: “Mel, aguanta”.

La guerra de las bardas sigue. Pero desde ahora aquellos que griten en las paredes su repudio a la farsa electoral pueden ir cuatro años a la sombra.

¿Cuál crisis política?

El único sin corbata es el candidato del partido Unificación Democrática (UD), César Ham, que ha estado en la resistencia pero ha decidido, contra la opinión de Zelaya y de la mayor parte de las fuerzas opuestas al golpe, seguir en la contienda. Aunque en teoría será hasta el sábado que UD decidirá si se presenta en las urnas, Ham acude al debate final de los candidatos a la presidencia y ayer fue a cobrar, personalmente, el cheque de prerrogativas electorales.

En los primeros bloques del debate, los candidatos hablan, a preguntas de los empresarios, de la riqueza forestal, del comercio con Taiwán, del agua, de los desastres naturales, de la delincuencia y la globalización, de las escuelas. ¿Crisis política? ¿Elecciones en riesgo? Nada. Sólo una situación difícil, sólo alusiones a que después de los sucesos de estos meses en Honduras ya nada será igual. En la calle, quizá, porque los políticos, según revela su remedo de debate ya que no contestan las mismas preguntas.

Sólo en el cuarto y último bloque responden la misma interrogante, sobre sus sueños y las tres cosas que esperan sean recordadas de sus gobiernos.

Ham aprovecha el viaje y lanza a los electores: Si quieren que las cosas sigan igual, voten por los candidatos que apoyaron el golpe de Estado.

Los señores trajeados y las señoras emperifolladas que forman el público –dado que el encuentro es organizado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada– no dudan en aplaudirle, muy educados, aunque casi todos han sido catalogados de golpistas por la resistencia.

Pareciera que Porfirio Lobo, el aspirante del Partido Nacional, no tiene como asesor al venezolano JJ Rendón, experto en guerra sucia electoral, porque se limita a ofrecer que el hará un gobierno de unidad nacional con miembros de todos los partidos.

Elvin Santos, candidato del Partido Liberal, el de Zelaya y Micheletti, promete que con él Honduras nunca vivirá el socialismo del siglo XXI, da gracias a Dios y a su madre porque me enseñó a rezar.