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El especialista en la gesta de 1910 participó en el coloquio Miradas sobre la Historia

El descontento, insuficiente para generar otra revolución: Katz

No veo un proyecto alternativo que pueda rescatar al país rápidamente de la miseria

Pueden cambiar las cosas mediante las elecciones, pese a los problemas de México, dice a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de noviembre de 2009, p. 3

Existen posibilidades de que hoy día se susciten levantamientos armados en México, reconoce Friedrich Katz, debido al gran descontento entre las mayorías por las diversas problemáticas que aquejan al país, entre ellas la amplia desigualdad económica y la injusticia social.

Sin embargo, el historiador austriaco, uno de los especialistas a escala internacional más relevantes en el tema de la Revolución Mexicana, reitera su convicción de que tal situación resulta insuficiente para generar un estallido revolucionario como el de 1910.

Primero, porque no obstante todos los problemas que tiene el país y en contraste con 1910, se pueden cambiar las cosas mediante las elecciones, explica. Y, segundo, porque para que haya una revolución debe existir un proyecto alternativo, y no he visto hasta ahora uno que pueda rescatar al país rápidamente de la miseria.

Vigencia en la mente popular

De visita en México, donde participó como conferenciante en el Coloquio Internacional Miradas sobre la Historia, que anoche concluyó, Friedrich Katz subraya en entrevista que una revolución no muere; sólo se transforma.

En el caso específico de la mexicana, destaca que si bien no fue derrotada, a partir de 1940 sí debió tener concesiones con las nuevas clases aristocráticas, aquellas que emergieron de los hechos armados de 1910, en sustitución de los grandes hacendados de la época porfirista.

–¿Pueden las revoluciones morir y ser enterradas?

–Estoy de acuerdo con lo que dice Adolfo Gilly de que las revoluciones no mueren; se transforman. Una revolución es un momento en la historia y muchos de sus aspectos desaparecen, muchos de sus propósitos no son cumplidos, pero ciertas cosas quedan.

“En la Revolución Francesa los derechos humanos desaparecieron durante mucho tiempo, no obstante que se mantuvieron como bandera y, finalmente, sí tuvieron influencia.

“Hay entonces en las revoluciones cambios que sí quedan; por ejemplo, en la Revolución Francesa la división de la tierra quedó, y en México una de las cosas que se mantuvieron fue la desaparición de los hacendados como clase política muy poderosa.

“Fueron remplazados por otra clase, pero ya no había la clase terrateniente tradicional, y eso ha influido en la historia de México, porque las clases terratenientes son las más conservadoras. En América del Sur fueron la base de todas las dictaduras militares junto con el ejército, mientras en México fue diferente.

“Creo que es una de las razones por las cuales no hemos tenido dictadura militar aquí; es un aspecto de la Revolución que sí se quedó.

Uno de los aspectos más importantes que permanecen de una revolución es el proyecto. No es coincidencia que innumerables organizaciones populares se llamen Villa, Zapata... Así que el proyecto, el recuerdo, sí tiene una fuerza muy grande.

Foto
Friedrich Katz ayer, durante la entrevistaFoto Cristina Rodríguez

–No hubo una dictadura militar, pero ¿qué opina de aquella famosa frase por la que Mario Vargas Llosa debió abandonar el país durante el salinato, acerca de que México era la dictadura perfecta, por tantos años del PRI en el poder?

–No es lo mismo que la dictadura militar de Argentina, con las 30 mil personas arrojadas de aviones. (La de México) sí fue una dictadura, y a veces sangrienta; pienso en 1968, estuve aquí de visita. Sin embargo, no se puede comparar con lo que pasó en Argentina, con Pinochet en Chile, con el resto de las dictaduras sudamericanas.

–En otro orden, ¿cuál es su percepción sobre este empeño de la clase gubernamental de querer festejar el centenario de la Revolución, no obstante que varios de sus postulados se mantienen incumplidos y el actual contexto social, económico y político del país? ¿Tiene cabida y sentido?

–Significa que la Revolución todavía tiene mucha vigencia en México y por eso el gobierno, lo quiera o no, debe respetar esa vigencia en la mente popular.

No quiero meterme en la polémica si debe ser celebración o conmemoración. La Revolución tiene tanta vigencia en el pueblo que la mayoría de los partidos políticos en el Congreso se dicen sus herederos. Entonces es un poco difícil para el gobierno ignorarla.

–Sabido es que a los historiadores no les gusta hablar del hubiera sido o el podría ser, pero hay analistas políticos que advierten de posibles levantamientos armados e incluso un estallido social en México muy pronto. Cabe preguntar si en la historia existen ciclos: en el caso de México: 1810, 1910 y estamos a unas cuantas semanas 2010.

–Primero, quiero acotar que a veces los historiadores sí hablamos de lo que hubiera pasado o lo que podría pasar, pero es muy peligroso.

“Ya en cuanto a la pregunta, los levantamientos armados son muy posibles, pero no creo. Primero, con todos los problemas que tiene el país, en contraste con 1910, se pueden cambiar las cosas mediante elecciones.

“Segundo, para que haya una revolución –levantamientos armados puede haberlos– debe existir un proyecto alternativo; que los revolucionarios presenten un proyecto, y no he visto hasta ahora un proyecto alternativo que pueda rescatar al país rápidamente de la miseria.”

–¿Conoce a Andrés Manuel López Obrador?

–Sí, cómo no.

–¿Sabe que parte de la población nacional lo ve a él como un líder y que él tiene un proyecto alternativo de nación?

–No quiero meterme en política actual. Por eso no deseo hablar al respecto. Tendría que dar juicios sobre el gobierno, Andrés Manuel... En esto, como extranjero, no me quiero meter.