El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, aseguró que pese a los embates constantes contra las instituciones de educación superior públicas, la autonomía ha permitido mantener la independencia frente a los gobiernos y otros poderes públicos y actores como partidos, iglesias y organizaciones.

Al participar en la 78 reunión de la Unión de Universidades de América Latina –que agrupa a 178 centros de educación superior de la región–, efectuada en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina, Narro sostuvo que la autonomía y los mecanismos diseñados para su ejercicio representan un dique de contención para frenar ambiciones malsanas e intereses particulares que se anteponen a los de estas instituciones. Aseguró que son un antídoto contra la ignorancia y la cerrazón.

Subrayó que en el contexto actual –en el que a la sociedad se le han impuesto valores como la competencia asfixiante; el consumismo exasperante; la acumulación de bienes monetarios y materiales como marcadores de éxito, y la necesidad de cambiar rápidamente y desechar casi todo, incluidas las relaciones personales– las universidades, en particular las públicas, están obligadas a concebir tareas distintas en el ámbito de la educación superior, la ciencia y la cultura.

“Tenemos que formar hombres y mujeres que estén capacitados para responder adecuadamente a las necesidades y demandas del presente y el porvenir de una colectividad (…); formar estudiantes en un marco de valores laicos y de compromiso social, al tiempo que impulsamos la generación de nuevo conocimiento y se estimulan acciones para difundir la cultura”, expresó Narro.

Señaló que para lograr este objetivo es necesaria la autonomía, la cual implica libertades de pensamiento, expresión, cátedra, investigación, de organización, de gobernabilidad y de certidumbre financiera.

Narro, quien fue reconocido como profesor honorario de la UBA, indicó que las instituciones públicas de educación superior tienen que ejercer una autonomía responsable, comprometida con la rendición de cuentas y el manejo transparente de los recursos que reciben.

Además que, indicó, tienen que cumplir con una misión de comunicación y responsabilidad social.

Narro Robles refirió que nunca antes en la historia del hombre había existido un contraste social tan grande: La concentración de fortunas nunca antes vistas en un puñado de seres humanos es acompañada de la miseria de mil 200 millones de personas que padecen hambre y viven en condiciones poco dignas.

Insistió en que las universidades de la región tienen claro que uno de nuestros compromisos más grandes consiste en contribuir a la construcción de una sociedad más justa, en la que imperen los valores del humanismo y la búsqueda de la verdad, la justicia y la belleza.

En la ceremonia, Rubén Eduardo Hallú, rector de la universidad anfitriona, aseveró que existe la convicción de que tanto la UNAM como la UBA profundicen sus vínculos en áreas como la investigación y la docencia.