Especialistas en el sistema educativo nacional alertaron sobre los riesgos de enfrentar un proceso regresivo en la formación académica de millones de alumnos ante la baja calidad de los nuevos libros de texto gratuitos elaborados a partir de la Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB), pues destacaron que no sólo carecen de coherencia interna: no existe una visión articulada del modelo de enseñanza-aprendizaje ni claridad en cómo alcanzar las metas educativas ni para qué impulsar la llamada formación por competencias.

Reunidos en el coloquio A 50 Años de los Libros de Texto Gratuitos, convocado por expertos de El Colegio de México, afirmaron que estos materiales didácticos viven el momento más riesgoso de su historia desde su aparición en 1960, ante el embate para poner en duda su eficacia y legitimidad como herramienta pedagógica indispensable para quienes cursan la educación básica en todo el país.

Investigadores, profesores y ex funcionarios del sector educativo reiteraron la importancia y vigencia de los libros de texto gratuitos como un elemento didáctico fundamental, que no debe desaparecer por ningún motivo ni estar sujeto a una agenda política o sexenal que éste por encima de su calidad y pertinencia.

El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, quien inauguró el encuentro, reconoció que el libro de texto gratuito es un bien social y educativo irrenunciable, pero también llamó a fortalecer su actualización, al considerar que deben ser el mejor reflejo del pluralismo que impera en el país y la pieza más acabada de la democracia mexicana.

Por ello, se comprometió, ante decenas de especialistas, a estar atento a los comentarios que aquí se presenten, pues insistió en que los libros, como producto humano, siempre son perfectibles.

Lorenza Villa Lever, experta en el sistema educativo nacional y catedrática de la Universidad Iberoamericana, destacó que frente a un país terriblemente desigual y sumido en la pobreza, los libros de texto gratuitos son una herramienta pedagógica fundamental, que pueden ser reformados, pero no es aceptable no cuidar su calidad, situación que tiene que ver más con los tiempos políticos.

Por su parte, Olac Fuentes, ex subsecretario de Educación Básica y Normal, destacó que los libros de texto para primero y sexto de primaria, distribuidos en agosto pasado como parte de la aplicación de la RIEB, constituyen un elemento regresivo considerable, no sólo por las ausencias inexplicables de contenidos, sino por la cantidad y gravedad de los errores conceptuales que contienen.

Los nuevos materiales, abundó, ignoran la diversidad socioecnómica y cultural de los alumnos y sus escuelas, pues ante la crisis interna que enfrentan se pone en duda su utilidad y viabilidad como medio eficaz y legítimo de aprendizaje, pero también como una obra pública realizada con calidad. Señaló que las nuevas versiones, de las cuales se imprimieron y entregaron 27 millones de copias, se devalúan ante sus usuarios –alumnos, profesores y padres de familia–, por su baja calidad.

Soledad Loaeza, catedrática de El Colegio de México y colaboradora de esta casa editorial, señaló que existe preocupación en el medio académico ante las deficiencias de los nuevos libros de texto gratuitos, pues al partir de una reforma educativa cuyas motivaciones y objetivos han sido poco claros o imprecisos, esto se reflejará necesariamente en la nueva versión de una obra fundamental del Estado mexicano.

Por su parte, Josefina Zoraida Vázquez, experta de El Colegio de México, reconoció que desde septiembre pasado no se ha convocado al comité de expertos para evaluar el material complementario que se entregará a alumnos de sexto de primaria en la asignatura de historia, aunque enfatizó que todos los libros deberán ser revisados como parte de los procesos de mejora en su calidad.