Lago de Guadalupe, Méx. 10 de noviembre. Con cerca de 25 años de existencia, tras haber desplegado una importante labor en materia de profesionalización de las oficinas de comunicación social de las diócesis, así como de haber dado voz a sectores de la Iglesia católica que no habían sido escuchados en los medios, la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación (Cepcom) podría estar viviendo sus últimos momentos, pues prelados de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pugnan por su desaparición.

Este es uno de los temas centrales en la 88 Asamblea Plenaria de la CEM, en la cual también se perfila la desaparición de las comisiones episcopales para el Diálogo Interreligioso y la Comunión, y la de Solidaridad Intraeclesial. También se proyecta la fusión de diversas dimensiones de las hasta ahora ocho comisiones episcopales.

El punto medular de la asamblea será la renovación de la estructura de la CEM, incluida la presidencia del organismo, la cual se decidirá hoy en la tarde. Se prevé que el presidente de la conferencia, Carlos Aguiar, será relecto para otro trienio.

Para algunos religiosos y colaboradores de diócesis y arquidiócesis consultados, desaparecer la Cepcom es un intento de control, una autocensura, es acallar voces. Con ello podrían darse pasos atrás en la mejora de las relaciones con los medios.

La eliminación de la Cepcom, actualmente a cargo de Teodoro Pino Miranda, obispo de Huajuapan de León, según diversas fuentes consultadas, significaría un retroceso para la Iglesia católica en materia de acceso a los medios de comunicación y de utilización de las nuevas tecnologías.

Advirtieron que quienes perderán serán los obispos de la mayoría de las diócesis, pues será más difícil que tengan buen acceso a los medios. Sólo las arquidiócesis más consolidadas en este aspecto podrán seguir contando con una presencia importante.

De concretarse la desaparición, a lo cual hay oposición de diversos jerarcas, incluidos cardenales, se terminaría con el proyecto del Centro Católico Multimedial, página de Internet que cuenta con dos años de vida y en la que cualquier integrante del clero puede expresar su opinión sobre los acontecimientos nacionales.

Es un espacio plural en el que no se censura a nadie ni se discrimina por cuestión de rango eclesiástico, y en donde se reacciona a lo ocurrido en el país de manera inmediata, expresaron fuentes consultadas.