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A 56 años del voto femenino aún hay espacios limitados en política

Pide Inmujeres a diputadas no ceder curules por presiones de los partidos
 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de octubre de 2009, p. 16

A 56 años del sufragio femenino, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) pidió no abandonar el cargo a las ocho diputadas que solicitaron licencia para ceder su curul a sus suplentes varones. Recordó el lento camino que las mujeres tuvieron que transitar para lograr mayor participación política en México y exhortó a las legisladoras a que, ahora, no cedan ante las presiones de los partidos políticos.

Es lamentable que los partidos se valgan de recursos legaloides para evitar la sanción del Instituto Federal Electoral en lo que se refiere a las cuotas de género y con ello ignorar la voluntad ciudadana, afirmó esta dependencia en un comunicado.

Recordó que el 17 de octubre de 1953, después de varias décadas de lucha ininterrumpida, las mexicanas lograron derechos ciudadanos plenos a escala federal, al ser reformado el artículo 34 de la Constitución para poder votar y ser electas.

Sin embargo, si bien en esa fecha se reconoció ese derecho, 56 años después el acceso de las mujeres a los espacios de toma de decisión continúa siendo muy limitado, a pesar de ser la mitad de la población y del electorado de la República, aseguró el Inmujeres.

La primera representación femenina en la Cámara de Senadores (1964-70) ocurrió una década después de la aprobación del voto de las mujeres, cuando obtuvieron dos senadurías. En 2009, de los 128 legisladores que la integran, 25 son mujeres.

En la Cámara de Diputados (1952-55), tras el logro del sufragio universal, las mujeres apenas alcanzaron una curul. Hoy, en la 61 legislatura (2009-12) el número de mujeres es de 140 (apenas 28.1 por ciento) y aún están pendientes las licencias de ocho diputadas.

El Inmujeres dijo que los partidos políticos han recurrido a argucias legales para mantener rezagadas a las mujeres en los puestos de representación popular, ya sea obligándolas a renunciar a sus cargos para que su lugar lo ocupe un varón o asignándoles candidaturas en los distritos donde se sabe que el partido en cuestión no obtendrá el distrito.