Qué intenta

la nueva movilización social en Ecuador

 

Presentamos un recuento de los motivos que justifican la movilización emprendida por el movimiento indígena ecuatoriano que en días pasados fue reprimido por el gobierno del presidente Correa con un saldo de heridos de las comunidades y por lo menos un muerto, el maestro shuar Bosco Visún, asesinado por las fuerzas policiales.  Al cierre de esta edición y tras ratificar su carácter propositivo y su voluntad de paz, la Conaie logró sentar al gobierno a firmar un acuerdo para institucionalizar el diálogo. Es muy incipiente la coyuntura, pero abre un posible camino. Sin embargo, los documentos que presentamos refuerzan la postura de los pueblos y su irrenunciable voluntad de construir relaciones diferentes, respetuosas entre gobernantes y gobernados.

 

Con información de Conaie Comunicación. A partir de la asamblea extraordinaria de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) celebrada el 8 y 9 de septiembre en Quito, los Consejos de Gobierno de Conaice, Confenaie y Ecuarunari, “junto a los dirigentes de mayor nivel de las nacionalidades y pueblos” adoptaron “de forma unánime” resoluciones por las que se ratificaron en la defensa indeclinable de sus derechos fundamentales y abrieron un nuevo ciclo de movilización.

Conaie anunció que “concentraciones realizadas en el norte, centro y sur de la región andina” habían “ratificado ampliamente esta posición” y que, hacia el 18 de septiembre, concentraciones de la Amazonía en Napo, Orellana y Sucumbíos harían pública también “su condena a las concesiones mineras y petroleras y su exigencia de incorporación de propuestas de la Conaie en la Ley de Aguas debatida en la Asamblea Nacional”. Y así lo hicieron.

Conaie reafirmó que “no hay proceso alguno de negociación con el gobierno” y dio a conocer sus posturas considerando que los pueblos y nacionalidades indígenas son “entidades colectivas milenarias, poseedores de territorios, recursos tangibles e intangibles”, que constituyen y forman parte activa en la sociedad ecuatoriana, “presentes en todos los momentos del proceso de la vida organizada, aun antes de la conformación de la actual república del Ecuador, dominante, genocida, racista y segregadora desde las colonias invasoras. Entre sus consideraciones, Conaie apela a que “la Constitución Política, en su artículo primero señala textualmente que El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”.

Entre sus resolutivos destaca “ejercer y fortalecer los gobiernos comunitarios de las nacionalidades y pueblos del Ecuador, declarándose libre de toda injerencia y prácticas ajenas que atenten al sistema de vida y organización, como entidades económicas, políticas, culturales y lingüísticas históricamente definidas y diferenciadas. Para el efecto, la Conaie y sus regionales —Confenaie, Conaice y Ecuarunari— asumen su condición de autogobierno de las nacionalidades y pueblos indígenas”, el rechazo a los programas sociales del gobierno “que atentan contra sus formas de organización y sus derechos colectivos”, la exigencia de “garantías integrales e irrestrictas para el ejercicio del derecho a la vida y a la territorialidad de los pueblos libres tagaeri, taromenane, oñamenane, desde sus propias sistemas de vida, de acuerdo con la Constitución Política, y de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, otorgadas en 2006, y los convenios y tratados internacionales”, así como “garantías integrales a los derechos territoriales y la autodeterminación de las nacionalidades y pueblos cuyos territorios se encuentran en las zonas de frontera, amenazados por la invasión de empresas extractivas, la militarización y la violencia, como son los awa, epera, chachi, cofán, secoya, siona en la frontera con Colombia y las nacionalidades shuar, achuar, sapara, andoas, shiwiar con el Perú”.

Los pueblos exigen que el gobierno titule “los territorios ancestrales a nivel nacional con el carácter de comunitario, imprescriptible, indivisible, inembargable, y el respeto a ejercer sus derechos propios, las formas de participación y organización en las circunscripciones y sus gobiernos territoriales”.

El Consejo de Gobierno de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Ecuador-Conaie, convocó a una gran movilización nacional, del 27 de septiembre en adelante, ante la negligencia del gobierno de Rafael Correa, sostenida en la Asamblea Nacional, frente a importantes temas:

* La Ley de Aguas no establece mecanismos de revisión del proceso de privatización arbitrario e ilegal impuesto en las últimas décadas. No contiene mecanismos de sanción, prevención de la contaminación de las fuentes y cuencas de agua, y mantiene el monopolio sobre la mayoría de ellas. La propuesta gubernamental es privatizadora.

  * Concesiones de espacios de vida de las nacionalidades y pueblos para actividades extractivas petroleras y mineras, pese a las graves situaciones en el país en materia ambiental, de salud y de derechos.

  * La Ley de Educación colisiona con el derecho a la educación, la gratuidad y acceso universal y democrático y la autonomía.

  * La soberanía alimentaria no garantiza los factores determinantes ni reconoce el rol de las nacionalidades y pueblos Indígenas, de los campesinos, de los afro ecuatorianos, montubios, pueblos del manglar y pequeños agricultores como los actores fundamentales.

  * Decretos atentatorios a derechos fundamentales, como el 17-80 que impone prácticas coloniales, discriminatorias, y retrógradas hacia las nacionalidades y pueblos.

  * Instituciones indígenas cuya autonomía ha sido desconocida e ignorada para convertirlas en botín político.

  * Un código de ordenamiento territorial que atenta contra las formas de organización, autonomía y ejercicio de los derechos territoriales de las nacionalidades y pueblos.

Ante la masiva respuesta desde todos los cantones nacionales, se prepararon desde todos los rincones del país para hacer oír sus demandas.

 

Foto:SAVAS BOYRAZ

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