Buenos Aires, 9 de octubre. El maratónico debate sobre la Ley de Medios de Servicios de Comunicación Audiovisual continuaba a medianoche aquí y las exposiciones mostraban una mayoría en favor del proyecto oficialista que contiene el trabajo de decenas de organizaciones sociales y políticas, mientras una multitud permanecía fuera del Congreso esperando que la votación terminara definitivamente con una ley de prensa de la pasada dictadura militar.

Si el proyecto es aprobado en general –donde tendría garantizada una mayoría–, su discusión en particular podría llevar varias horas más hasta las primeras horas de la madrugada de este sábado.

Algunos informes indican que se advierten conciliábulos y presiones de la oposición; a una diputada de la Unión Cívica Radical de Corrientes que decidió votar en favor, un grupo rodeó la casa de su familia en esa provincia y realizó un cacerolazo intimidatorio.

La multitud convocada por la Coalición por una Radiodifusión Democrática se concentró desde la media tarde frente al Congreso, siguiendo el debate desde afuera sobre la nueva ley que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados, en lo que se considera una jornada histórica. Destacaban banderas whipalas como un símbolo de los pueblos originarios, y una diversidad de los distintas agrupaciones participantes.

Una de las primeras en llegar a la plaza frente al Congreso para asistir al festival, en el que actuaron reconocidos músicos, fue Estela de Carloto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Llegaron también los dos sectores de las Madres de Plaza de Mayo, en un acontecimiento poco común. La convocatoria logró unir el agua con el aceite y sectores políticos divididos estuvieron juntos en una impresionante multitud, con la participación de miles de jóvenes que cantaban y exigían el final de de los monopolios. Recuperemos la voz y la democracia, rezaban las pancartas.

Se está jugando el futuro democrático del país y estamos derribando otro muro de la impunidad que nos dejó la dictadura con la mordaza para las mayorías que significaba la ley de radiodifusión de los años 80, dijo el titular del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), Gabriel Mariotto.

También recordó que la nueva ley propuesta por el gobierno, proyecto al que se agregaron 21 puntos trabajados desde hace 20 años por varios sectores sociales, políticos y humanitarios, cuenta con el apoyo de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. Ganar esta batalla para el pueblo, sería una fiesta que esperamos desde hace años.

Durante el debate, la oposición se veía incómoda porque era visible que la ley contaba con apoyo mayoritario para la votación general. Fueron evidentes las diferencias entre defensores de la norma, que recurrían a un largo expediente de trabajos, incluso de universidades públicas, y los de la mayoría de los opositores, en muchos casos sin argumentos, limitados y sobrecargados de acusaciones.

La ley de radiodifusión fue promulgada por un decreto del dictador Jorge Rafael Videla el 15 de septiembre de 1980 para determinar el control y observación de los servicios de radiodifusión. Se creó entonces el Comfer, que tenía antecedentes en otra ley de una dictadura anterior (1972) y que está bajo intervención desde el regreso a la democracia en 1983, porque de lo contrario debía estar presidido por un militar.

Esa ley tuvo algunas modificaciones, pero ninguna en favor de la democratización. En dos oportunidades durante su gobierno, el ex presidente radical Raúl Alfonsín (1983-1989) intentó remplazar la ley dictatorial, en abril de 1988 y en mayo de 1989, pero no pudo doblegar el poder mediático que permitió imponer la dictadura.

En tiempos del ex presidente Carlos Menem se transformó un artículo destinado a abrir camino a la privatización de canales como el 11 y el 13, después que otros como el 2 y 9 habían sido entregados a manos privadas por el último presidente de la dictadura, el general Reinaldo Bignone, en 1983, antes de los comicios que abrirían el retorno a la democracia.

Medios golpistas

Nos habían dejado sin voz. Nos comunicamos por Internet como si estuviéramos mandando mensajes de humo. No entienden que es imposible seguir con una dictadura mediática. Me sorprende que opositores como el dirigente de la Unión Cívica Radical Gerardo Morales haya olvidado lo que le pasó a Alfonsín, y que se oponga a la nueva ley porque la presentó el gobierno de Cristina Fernández. Morales faltó el respeto a miles de personas que trabajaron durante años para cambiarla, incluso radicales, mostrando miseria, dijo el músico Chango Farías Gómez.

También analizó que los medios en manos de una minoría dependiente del poder económico se apropió del espacio de la cultura, que además funciona con todos nosotros participando. Nos cerraron las puertas a miles que no olvidamos que los medios han generado golpes de Estado, guerras, ayudaron a la exclusión de miles, vendiendo falsedades, para imponer modelos que excluyen y matan. La oposición se equivocó fuerte y hay divisiones. Esta ley la hicimos entre muchos, añadió.

Entre las organizaciones que se manifestaron frente al Congreso también hubo denuncias por las amenazas a los legisladores que decidieron votar la ley, o por las mentiras asombrosas que utilizaron varios medios masivos.

Algunos dirigentes de organizaciones de periodistas calificaron de lamentable “lo sucedido con Clarín porque hicieron un diario monotemático con falsedades contra el gobierno, y hubo publicaciones y publicidades ofensivas para los miles que por años luchamos para cambiar la ley y logramos un proyecto plural y democrático”.